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Una afección viral de la piel conocida como molusco contagioso está generando inquietud entre padres, jóvenes y adultos sexualmente activos.
Aunque no representa un riesgo grave para la salud, su capacidad de diseminarse con rapidez y su apariencia llamativa han despertado preocupaciones sobre cómo se contrae, cómo se manifiesta y cuánto tiempo permanece en el cuerpo.
El molusco contagioso es provocado por un virus de la familia Poxviridae, el cual ocasiona lesiones visibles en la piel. Estas manifestaciones aparecen como pápulas —granos pequeños y redondos— de color carne, rosado o blanco, con un característico centro hundido.
Aunque suelen ser indoloras, pueden causar picazón o enrojecimiento, sobre todo si se irritan o se inflaman.
Esta infección se transmite a través del contacto directo con la piel infectada o por medio de objetos contaminados, como toallas, ropa o juguetes.
En adultos, su transmisión también puede darse por contacto íntimo, con lesiones que suelen localizarse en el área genital, abdomen bajo o muslos.
Los principales afectados son los niños, especialmente quienes tienen contacto estrecho con otros menores. En adolescentes y adultos, el riesgo aumenta si se mantienen relaciones sexuales sin protección o se comparten objetos personales.
Aunque el virus tiende a desaparecer por sí solo en un periodo de 6 a 12 meses, puede extenderse hasta por dos años en algunos casos. Los tratamientos incluyen:
El diagnóstico suele realizarse mediante una evaluación visual por parte de un dermatólogo. Solo en casos dudosos se recurre a exámenes de laboratorio. Aunque esta infección cutánea es benigna, su prevención depende en gran medida de la higiene personal y la detección oportuna.