Las pesadillas son un estado de alteración del sueño asociado a imágenes y sensaciones que causan miedo, temor, angustia y desesperación. Es completamente normal experimentarlas porque son contenidos ocultos producidos por nuestro inconsciente y que necesitan ser liberados para depurar nuestro sistema psíquico. Pero ¿qué pasa cuando estas se prolongan y se vuelven recurrentes alterando nuestra cotidianidad?
Cuando las pesadillas se vuelven repetitivas y constituyen un obstáculo para nuestro desempeño habitual, nos indica que nuestro cuerpo “nos llama la atención” para que le pongamos especial atención a asuntos de nuestra vida no resueltos en nuestro interior.
De hecho, expertos del tema los llaman “Sueños sintomáticos”, ya que nos avisan sobre ciertos aspectos inconscientes que necesitamos revisar y solucionar antes de regresar a la normalidad.
Existen otros motivos que pueden estar produciéndolos, entre los que se pueden mencionar:
-El estrés o un estilo de vida ajetreado/adicción a medicamentos, alcohol u otras sustancias
- Alguna profesión asociada a las artes u oficios creativos: Las personas especialmente sensitivas son más despiertas ante imágenes, sonidos, figuras, etc. Por eso, suelen tener fronteras interpersonales demasiado delgadas con el inconsciente.
- Un temor no resuelto: Los miedos o pensamientos reprimidos que no son metabolizados en el exterior hacen que la experiencia traumática no deje de manifestarse en el interior.
-Estrés postraumático: Estudios indican que está intrínsecamente ligado a las pesadillas recurrentes, ya que este moviliza y hace que el soñador reviva esos episodios violentos como una manera de exteriorizarlos y depurarlos hasta lograr la sanidad psicoemocional.
- La expresión de un rasgo de la personalidad: Las personas que manifiestan algún patrón como agresividad, ansiedad, celos, envidia, resentimiento, reproducen ciertos contenidos desagradables y molestos en las pesadillas para hacernos ver lo que nos cuesta asumir.
- Trastorno psicológico: Cuando esta situación se agrava y afecta tu vida cotidiana, se manifiestan en pensamientos suicidas, depresión o no te hacen distinguir entre la realidad o los sueños, te aconsejo que acudas a terapia para su tratamiento.
Te puede interesar:
Los sueños: Un viaje hacia el inconsciente
¿Por qué no recuerdo mis sueños?
Sueños recurrentes: ¿qué significa tener un mismo sueño una y otra vez?