Quien olvida su sonrisa, esa explosión de alegría. Quien no recuerda con cariño a esa guerrera incansable que, en aras de ayudar a su pueblo, partió con el creador.
La reportera innata, la política, la hija cariñosa, la hermana, la compañera, esa mujer a la que pocos han olvidado.
Ya dos años de su partida y hay amigos que aún le lloran, aún recuerdan su solidaridad con el enfermo, con el anciano, con la gente humilde de ‘Cuichapita la bella’, como le decía a su pueblo.
La flota periodística, sabe de su afecto, le gustaba festejar los 7 de junio con el famoso lechón asado, nunca se olvidó de la fecha ni del guateque decembrino cuando fue presidenta de la APEC, no se olvidó de la capacitación del gremio.
Mi querida amiga Victoria Rasgado Pérez, un abrazo en donde te encuentres, sé que estas en un mejor lugar que este. A dos años de tu partida.
