La conmemoración de los 500 años de la fundación de la Villa del Espíritu Santo debe ser regional, consideró el antropólogo, Florentino Cruz Martínez, quien aclaró que esta fecha emblemática debe considerarse como un hecho histórico como el inicio del mestizaje en la región en el quinto asentamiento español en México, que abarcó desde Jesús Carranza hasta La Chontalpa Tabasqueña.
“Para 1705 existían alrededor de 20 pueblos indígenas en toda la región de Coatzacoalcos, que se extendía hasta lo que ahora se le llama La Chontalpa, que era conocido como el nombre de Ahualulcos, que en lengua nahua significa lugar rodeado de agua, que pertenece a los municipios de Cárdenas y Huimanguillo… se extendía también hacia la región de Acayucan y Soteapan, todo eso era conocido como la Alcaldía Mayor de Guazacualco”, explicó el historiador en torno a la extensión territorial de la Villa del Espíritu Santo, que en 1525 contó con un alcalde mayor, designado desde la Ciudad de México por los virreyes.
Después de 1705 y debido a la gran extensión de La Alcaldía Mayor de Guazacualco, se decide fundar la Alcaldía de Acayucan, en la segunda capital de San Martín Acayucan, por lo que la Villa del Espíritu Santo es más que un conflicto protagónico entre dos municipios, pues abarca todo el sur de Veracruz y dos municipios de Tabasco.
CORTA DURACIÓN
De acuerdo con Florentino Cruz, los conquistadores buscaban en el Golfo de México un puerto que facilitara la comunicación marítima con España, siendo la Villa del Espíritu Santo, en Ixhuatlán del Sureste, donde se fundó este asentamiento en lo que ahora es Barragantitlán y Paso Nuevo, como se llamó en algún momento.
“Que por cierto (La Villa del Espíritu Santo) tuvo una duración, alrededor de un siglo y medio de existencia, fue fundado por alrededor de 80 vecinos españoles, Bernal Díaz del Castillo en su ‘Historia Verdadera de la conquista de la Nueva España’ se refiere a estos conquistadores como la flor de los caballeros y soldados, efectivamente eran capitanes de renombre como Luis Marín, Gonzalo de Sandoval, etcétera”, destacó.
A partir de 1524 la villa comenzó a despoblarse, mientras que para 1565 sólo había 20 vecinos españoles, por lo que se despobló consecutivamente hasta 1670 ante el ataque de piratas –ingleses en su mayoría- situados en la Isla Juliana, lo que hoy en día es la cabecera municipal de Coatzacoalcos, además de las altas tributaciones que los pueblos indígenas debían entregar a la Corona Real y Encomenderos.
“Se cumplirán cinco siglos de la fundación de la villa por parte del capitán Gonzalo de Sandoval, efectuada en el año de 1522…se estableció como fecha oficial de celebración el 8 de junio que correspondió a la Pascua del Pentecostés y a la Pascua de Espíritu Santo de 1522”, señaló el también secretario académico de la Universidad Veracruzana (UV) en el sur del estado.
REDUCCIÓN DEMOGRÁFICA DE INDÍGENAS
Es precisamente en ese periodo de tiempo, cuando la conquista española en su mayor auge provocó un éxodo y la muerte de indígenas, especialmente nahuas y popolucas, en la zona de influencia de la Villa del Espíritu Santo, lo que redujo considerablemente su población, pues de cien pueblos que existían, muchos abandonaron sus asentamientos, quedando sólo 20 de éstos, pues también padecieron el ataque de piratas que quemaban sus aldeas.
“Prácticamente en el Siglo 17, es decir, en los años 1600, se vivió el impacto de la conquista la población indígena decayó considerablemente, en el momento del contacto, dicen las crónicas, en la región de Coatzacoalcos existían alrededor de 50 mil indígenas, sin embargo, para 1646, sólo quedaban 572, es decir, una centésima parte de su población, esto habla de que el impacto de la conquista extinguió prácticamente a las comunidades indígenas y que éstas comenzaron a recuperarse a partir del Siglo 18”, mencionó.
El pueblo de Guazacualco, el pueblo de Tonalá y el Pueblo de Soteapan fueron los importantes asentamientos de la villa, mientras que en los lugares cercanos a ríos y laguna también se asentaron poblaciones indígenas, que fueron devastados tras la conquista española, pero que en el Siglo 18 aumentaron tras el mestizaje y la llegada de población africana.
“La Villa, de acuerdo a las descripciones, se encontraba a cuatro leguas de la desembocadura del río Coatzacoalcos, es decir, a 16 kilómetros, el espacio que ahora es Coatzacoalcos era conocido como la Isla Juliana o la Isla Mariana, porque estaba delimitado por las costas del Golfo de México, por el río Huazuntlán y el río Calzadas, fue un campamento de piratas, de manera que el gobierno español realizó muchos esfuerzos para establecer un fuerte en lo que ahora es la moderna ciudad de Coatzacoalcos”, refirió.
POBLACIONES INDÍGENAS Y AFROMEXICANAS RELEGADAS
El antropólogo aclaró que no existe continuidad histórica entre la Villa del Espíritu Santo y la moderna ciudad de Coatzacoalcos, pues la primera desapareció en 1670 y la segunda se funda en 1881 con el Porfiriato; sin embargo, los 500 años de fundación van más allá de una conmemoración, sino que representan tres siglos de dominio español para luego establecerse como parte de un México libre tras la independencia.
“Podemos decir que la Villa del Espíritu Santo fue la cuna del mestizaje en el sur de Veracruz, donde se fusionaron las culturas europeas, a través de los conquistadores españoles; y las poblaciones indígenas. Para los indígenas la conquista española significó el pago de tributos, antes de la conquista española las poblaciones indígenas de la región de Coatzacoalcos eran independientes del Imperio Mexica, no pagaban tributos, con la conquista española se vieron obligadas a pagar tributos a los conquistadores”, refirió.
Aunque jurídicamente a partir de 1992 se le reconocen derechos a las comunidades indígenas, que se considera un parteaguas, existe un pendiente en materia de derechos humanos y servicios públicos para su desarrollo.
“Los pueblos indígenas formaron parte de encomenderos y la corona real, a quienes periódicamente tenían que pagarles tributo, entonces representó tres siglos de dominio español por el pago de tributos hasta que finalmente en 1821 a 1824 logran la independencia y los indígenas adquieren la condición de ciudadanos, pero siguieron viviendo con las mismas limitaciones… durante esos siglos arribó población afromestiza que fueron empleados en los ingenios de poblaciones azucareras”, citó.
-¿Cómo califica el trato que se le da a las poblaciones originarias y afromestizas?, se le preguntó al antropólogo, quien respondió: “me parece que la sociedad mexicana junto con los tres niveles de gobierno debe contribuir al reconocimiento pleno de los derechos que tienen las poblaciones indígenas, las poblaciones afromestizas y, en general, las poblaciones de este país… es importante la conciencia histórica, la revaloración de la identidad como elementos para la construcción de un desarrollo que permita el reconocimiento de los derechos humanos de quienes componen la sociedad mexicana en su conjunto”.
ASESORÍA HISTÓRICA, IMPORTANTE
Los 500 años de la fundación de la Villa del Espíritu Santo deben verse como un acontecimiento histórico que marca el inicio del mestizaje del que la actual población es parte, en especial, un hecho que sirva de referencia a las nuevas generaciones como un pasado ancestral en común.
“Somos producto de ese mestizaje étnico, de ese mestizaje cultural, que nos tenemos que reconocer porque es parte de nuestra identidad… más que una celebración debe ser una conmemoración, traer a nuestra memoria estos acontecimientos históricos para que las actuales generaciones tengan conciencia de ese pasado común”, remarcó Florentino Cruz.
-¿Cómo debería ser el aniversario 500 de La Villa del Espíritu Santo? Se le interrogó, a lo que contestó: “se trata de una conmemoración de alcance por lo menos regional, porque la Villa del Espíritu Santo fue la capital de alcaldía mayor o de una provincia que se extendía en todo lo que es el sur de Veracruz y el occidente de Tabasco, entonces me parece que debe efectuarse una conmemoración con la participación de un mayor número de autoridades municipales, del propio Gobierno Estatal, para tener una conmemoración que corresponda a la importancia de la Villa del Espíritu Santo”.
Cruz Martínez consideró necesario que autoridades municipales de Ixhuatlán del Sureste y Coatzacoalcos se asesoren con historiadores, antropólogos y cronistas, para que les brinden información verídica que permita una mejor organización de actividades conmemorativas de este acontecimiento histórico que se ofrecerán al público.