Salvo algunas ligeras peleas por pantallas de TV, que por cierto estuvieron un poquito más intensas que el bodrio de Mike Tyson con Jake Paul, hasta ayer por la tarde las autoridades reportaban saldo blanco durante el operativo de El Buen Fin en Coatzacoalcos.
Durante al menos cuatro días, se vivió una ciudad vibrante, lejos de la percepción del miedo por la inseguridad que dan algunas cifras nacionales.
Las calles se inundaron de miles de personas, no sólo de Coatzacoalcos, sino de la región sur, que convirtieron la demarcación por momentos en un caos para ubicar lugar en el estacionamiento de alguna plaza comercial o en las calles del centro.
No importó si lo que se compraba ayer tendría que irse a empeñar en enero o febrero de 2025. Ahí estuvieron como soldados del consumismo, logrando que se observara una bonanza económica como hacía rato no ocurría.
Por otro lado, fue singular observar en las calles, los estacionamientos y en los interiores de las plazas comerciales a policías municipales.
El viernes por la mañana, en algunos casos, se apersonaron con gerentes de negocios o de plazas comerciales para hacerles saber de su presencia, como fue el caso en Plaza Crystal.
Algunos de ellos incluso ya están pensando en hacer llegar un oficio a la policía municipal para que se repita la acción desde los primeros días del mes de diciembre, donde se prevé una nueva avalancha de consumidores.
Se asegura que las principales compras en centros comerciales y negocios de Coatzacoalcos tuvieron que ver con la adquisición de aparatos de telefonía celular, pantallas de televisión, artículos de línea blanca y, en menor medida, ropa.
Será difícil obtener datos precisos de la derrama económica que generó El Buen Fin en Coatzacoalcos, ya que no existe la buena costumbre de organizaciones como la Canaco o el Consejo Coordinador Empresarial de documentar de manera real las cifras ante eventos de esta naturaleza.
Aunque normalmente digan que las ventas van a la baja o la alza, no son capaces de documentar con método estadístico los porcentajes de disminución.
Lo cierto es que, a simple vista, para muchos comerciantes El Buen Fin llenó sus bolsillos previo al cierre de año.
Días como estos, donde los habitantes de Coatzacoalcos salen no sólo a comprar, sino a disfrutar de una ciudad extraordinariamente viva, son necesarios de manera más recurrente.
A propósito de datos económicos: aquí van unos "calientitos".
El panorama económico del país, reflejado en el comportamiento de los patrones afiliados al IMSS, evidencia tanto avances históricos como desafíos actuales.
Según datos de la casa de estudio TResearch.mx dados a conocer ayer, en octubre de 2024 el número de patrones afiliados fue de 1,064,028, marcando una leve disminución respecto al mes anterior y una caída anual del 1.3%.
Históricamente, desde 1997, la economía formal ha mostrado un crecimiento notable con más de un millón de patrones sumados al IMSS. Este incremento es testimonio de un sector empresarial resiliente y de políticas que, en su momento, incentivaron la formalización. Sin embargo, el reciente descenso plantea preguntas sobre la efectividad de las estrategias actuales para mantener esta tendencia positiva.
Entre enero de 2019 y octubre de 2024, todavía bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se registraron 86 mil 268 nuevos patrones afiliados, lo que refleja un crecimiento moderado, pero insuficiente frente a los retos estructurales del país.
Si bien los números no son alarmantes, sí evidencian una ralentización que podría estar vinculada a factores como la incertidumbre económica global, la falta de incentivos fiscales para pequeñas y medianas empresas, y las barreras burocráticas persistentes.
Por entidad, la Ciudad de México y Jalisco lideran con más de 100 mil patrones cada uno, reafirmando su papel como pilares de la economía nacional. Sin embargo, estas cifras también subrayan la necesidad de una estrategia que impulse a estados con menor desarrollo económico para cerrar brechas regionales.
El descenso reciente en los patrones afiliados debe verse como una llamada de atención. México necesita un entorno más favorable para los empresarios, que incluya políticas que reduzcan la carga fiscal, incentiven la inversión y fortalezcan la certidumbre jurídica.
Ayer la gobernadora electa, Rocío Nahle anunciaba que dará un mensaje luego de su toma de protesta, donde se conocerán las obras y acciones durante sus primeros 100 días de gobierno.
Nadie duda que los rubros de obra pública, seguridad y carreteras serán lo más importante de su discurso. Y, por supuesto, tener tal vez detalles de la promesa de campaña de eliminar la caseta de peaje del puente Coatzacoalcos Uno.
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