DICEN QUE EL MISMO HOMBRE COLABORA CON LA MUERTE CUANDO ESTÁ DESTINADO A SU FINAL.
Un hombre rico mandó a su sirviente al mercado en busca de provisiones. En el camino este se cruzó con la muerte que lo miró fijamente a los ojos.
El sirviente se puso pálido del susto y salió corriendo, dejando tras de sí las provisiones y la mula.
—"¡Amo! ¡Amo! Por favor necesito un caballo y algo de dinero para salir ya mismo de la cuidad. Quizás llegue a Siria antes del anochecer. ¡Por favor amo!".
El amo le preguntó sobre tan urgente pedido y el sirviente le contó el encuentro con la muerte. Entonces el amo le entregó una bolsa con monedas de oro y el corcel más rápido que tenía.
—"¡Gracias amo!", dijo el sirviente corriendo velozmente para llegar a Siria.
Cuando el sirviente se marchó, el acaudalado hombre caminó hasta el mercado en busca de la muerte.
—"¿Por qué asustaste a mi sirviente?", le preguntó cuándo la vió.
—"¿Asustarlo yo?", preguntó la muerte.
—"¡Sí!", dijo el hombre rico.—"¡Me contó que al cruzarlo lo miraste en forma amenazadora!".
—"¡Yo no lo miré amenazante!", dijo la muerte. —"¡Lo miré sorprendido! Yo no esperaba verlo aquí esta tarde, porque se supone que tengo que recogerlo en Siria esta noche".
"El hombre débil teme a la muerte, el desgraciado la llama, el valentón la provoca y el hombre sensato la espera".
MIENTRAS TANTO, VIVE Y DEJA VIVIR. SIENTETE BIEN CONTIGO MISMO SIN DESEARLE MAL A NADIE. DISFRUTA DE LA VIDA, EL AMOR Y LA FELICIDAD... QUE PARA MORIR NACIMOS.