Con encuestas a modo, muy al estilo de su compadre el neo morenista, Pepín Ruiz, el también tiktokero Polo Deschamps pretende ahora enfilar sus baterías hacia el municipio de Alvarado, en donde, como émulo de pirata facineroso -pero ahora con atuendo color guinda-, buscará saquear el tesoro tal como lo hizo en Medellín de Bravo, en donde también fungió como alcalde bajo las siglas del PAN.
Lo irónico y cuestionable es que este personaje -quien de la casaca azul pasó a la naranja- siempre habla de transparencia y de honestidad, cuando evidentemente no lo ostenta.
Tan sólo durante su gestión como alcalde de Medellín de Bravo realizó una serie de presuntos fraudes, mintiendo y robando descaradamente al pueblo que confió en él.
Su ambición lo llevó a saquear el municipio sin ningún escrúpulo ni remordimiento. Tantas eran sus ganas de enriquecerse a costa de la gente que no le importó dejarla en zona de desastre y sin resolver la grave problemática de servicios públicos como alumbrado, recolección de basura y agua potable, entre muchos otros problemas.
La prueba del saqueo que realizó al municipio de Medellín de Bravo salió a la luz durante el 2023, gracias a la Auditoría Superior de la Federación, la cual determinó que incurrió en malversación 38 millones de pesos de recursos federales.
Además, a este desvío de recursos se suma los casi 100 millones de pesos que Polo Deschamps habría malversado incurriendo en los delitos de abuso de autoridad, peculado e incumplimiento del deber legal.
Esto fue expuesto en conferencia de prensa ofrecida por el actual alcalde, Marcos Isleño Andrade, donde explicó que "la denuncia presentada es por el desvío de 65 millones de pesos, entre delitos fiscales y pasivos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y al Instituto de Pensiones del Estado (IPE), los cuales fueron heredados a la actual administración municipal".
El engaño es claro: Polo Deschamps cambió su lugar de residencia para ahora buscar ser alcalde de Alvarado, sin importar el gran fraude hecho a Veracruz, logrando un enriquecimiento ilícito a través de sus conexiones políticas -los Yunes del Estero y Eric Cisneros, ´Bola 8´- con contratos de dudosa legalidad.
De la denuncia del alcalde actual y de los pendientes de Polo en otras instancias nada se sabe de su progreso.
COCHINADAS EN LOS TECNOLÓGICOS. Con la reciente nueva administración en el Tecnológico de Xalapa y las expectativas eran muy altas por los grandes cambios positivos y logros alcanzados en los últimos meses de 2024, no obstante, la comunidad de trabajadores del Tecnológico quedó impactada por la verdadera actitud que llegó al repudio, rechazo y desaprobación generalizada de la plantilla a la llegada del cuestionado funcionario José Andi Arroyo.
Este personaje trae cola que le pisen desde sus pasados cargos pues fue Jefe de Recursos Financieros en el Tecnológico y su labor causó conflicto con cuanto trabajador interactuaba, a todos trató de modo indigno, quienes se quejaron de ofensas y humillaciones.
Por su responsabilidad se le vincula en el daño patrimonial observado por el Orfis en 2023 del propio Tecnológico de Xalapa, antes de que fuera despedido en 2024.
Tampoco olvidar que entregó malas cuentas en su paso por Cosamaloapan y que es conocido como el que facturó tangas y hasta pañales a nombre del plantel, algo inconcebible, pero que así ocurrió.
Existen versiones contra esta fichita por acosador y hostigador de mujeres en sus centros de trabajo.
Y meses después, para sorpresa de muchos, regresa como Subdirector de Planeación al plantel xalapeño. Sin que se entienda la determinación de la nueva directora.
En breve los trabajadores del Tecnológico harán lo necesario para exigir la destitución de este personaje deleznable y que nadie, absolutamente ante lo reprobable de su actuar.
Se prevé una revuelta con esta situación que, en solo unos días ha causado ya un descontento generalizado con la nueva administración, que tendrá que actuar rápidamente y separarlo del cargo si no desea iniciar con el pie izquierdo y echarse a los trabajadores, especialmente docentes, encima.