Nadie ha visto al expresidente Lic. Andrés Manuel López Obrador, nadie sabe en dónde está, pero todos los días se habla de él, las grandes iniciativas que propuso antes de irse son las se votan en el Congreso de la Unión y en las conferencias mañaneras no desaparecen el aroma y el ambiente característico del tabasqueño. Se le extraña.
Para la gente en general y los periodistas el exmandatario no está, y sigue presente. Tiene tres semanas que dejó el Palacio Nacional y dijo que se iría unos días a su casa en Tlalpan y después de adaptarse viajaría a Palenque. No se le ha visto en la Ciudad de México y no se sabe si está ya en su rancho.
Él dijo que se retiraría por completo y se dedicaría a escribir, pero por ahora esa especial situación no se percibe.
Lo único cierto es que cumplió lo que dijo, me voy a jubilar y me retiro de la política, muy diferente a la gran mayoría de los políticos mexicanos acostumbrados a mentir.
Les pidió a sus miles de amigos que se abstuvieran de ir a visitarlo porque amablemente no serían recibidos.
Es un hombre de palabra.
Tuvimos la gran oportunidad de platicar con la gobernadora electa Rocío Nahle García, entregada de lleno para realizar una gran labor y recomponer la entidad. Tiene proyectado hacer grandes obras que van a permitir que haya trabajo para todos, preocupada por ser el estado con el mayor número de maestros y con un gran analfabetismo y está segura que eso cambiará radicalmente con la nueva titular de la secretaría de Educación, la senadora con licencia Claudia Tello.
La otra preocupación es la multimillonaria deuda que tiene el gobierno de cerca de 70 mil millones de pesos originada en los gobiernos del panista Miguel Ángel Yunes Linares y el priista de Javier Duarte de Ochoa y que no se compara a la que dejara el Fidel Herrera Beltrán que se hubiera podido pagar.
Es el estado con la mayor deuda, cuando platica con otros gobernadores y le comentan como encuentran las finanzas del estado se quedan sorprendidos de lo que dejará el gobernador saliente Cuitláhuac García.
Es un gran reto, que ya lo ha comentado con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
El PAN y el PRI siguen con sus feroces pleitos internos el albiazul empeñado en dejar como sucesor de Marko Cortés al líder del cártel inmobiliario Jorge Romero, candidato del grupo en el poder y por otro lado se postula la militante Adriana Dávila en aparente desventaja. Por lo visto no habrá ninguna recomposición y seguirán los mismos intereses de obtener posiciones personales, son partidos convertidos en buenos negocios.
Por el PRI vive los peores momentos de su historia con su nefasto líder ´Alito´ Moreno, caracterizado por un gran cinismo y el agandalle de siempre. Ambos partidos, otrora mayoritarios, se quieren jugar su última carta, quieren comprar algún despistado legislador de Morena que les de respiración artificial para sobrevivir en este sexenio de predominio de las mujeres.
De Movimiento Ciudadano con su coordinador nacional Dante Delgado que quiere pasar una temporada en su estado natal de Veracruz y sacar del limbo en que encuentra su partido político que él creara.