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Los ciberdelincuentes están aprovechando la realización de los conciertos para engañar a los fanáticos. Las autoridades alertan sobre nuevas tácticas de fraude en línea con boletos para conciertos.
Con la reactivación total del sector musical tras la pandemia, la venta de boletos ha alcanzado niveles récord, y con ello, también el número de delitos cibernéticos asociados.
¿Qué hay detrás de una oferta irresistible para ver a tu artista favorito? Comprar boletos para conciertos y eventos masivos a través de redes sociales se ha vuelto una práctica habitual, sobre todo entre jóvenes que buscan entradas para espectáculos agotados o con alta demanda.
Sin embargo, esa misma urgencia y emoción ha sido aprovechada por redes de estafadores que operan con métodos cada vez más sofisticados.
La Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México ha emitido una alerta sobre un esquema de fraude que se ha intensificado en las semanas recientes.
El modus operandi incluye el uso de perfiles falsos o hackeados, ofertas llamativas en redes sociales, y boletos que nunca llegan o que ya fueron utilizados.
Los estafadores publican entradas en grupos de Facebook, páginas de reventa y chats de WhatsApp, simulando ser revendedores confiables. Utilizan imágenes reales de boletos o screenshots de compras legítimas como carnada.
Una vez que el comprador transfiere el dinero —a menudo mediante pagos en efectivo, depósitos bancarios o transferencias directas—, el supuesto vendedor desaparece o entrega boletos inválidos.
En muchos casos, la víctima no descubre el engaño hasta que intenta ingresar al evento. Al llegar al acceso, los lectores de boletos marcan como inválido el código o indican que ya fue usado anteriormente. Para ese momento, no hay forma de rastrear al estafador.
De acuerdo con la Policía Cibernética, hay ciertos patrones que se repiten en estos fraudes.
Las cuentas falsas suelen tener poca actividad, ser de reciente creación o carecer de interacciones reales. Los precios ofertados están por debajo del promedio, lo que genera una sensación de urgencia entre los compradores.
La informalidad de estas transacciones y la falta de controles en redes sociales permite que estos delitos ocurran con frecuencia. En muchas ocasiones, las plataformas digitales no cuentan con herramientas efectivas para verificar la identidad de los vendedores o rastrear operaciones fraudulentas.
Para evitar ser víctima de estos fraudes, la Policía Cibernética recomienda:
Las autoridades han comenzado a trabajar en coordinación con plataformas digitales para combatir estos fraudes. Empero, la prevención individual sigue siendo la principal herramienta para evitar caer en estas trampas.