La Cámara de Diputados mexicana debate una propuesta que podría añadir un décimo feriado al calendario oficial.
Este cambio no será para 2024, pero si se aprueba, podría convertirse en un día de descanso obligatorio a partir de 2025.
El 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, es una de las festividades religiosas más significativas en México, atrayendo a millones de personas a la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México.
Según Rubén Moreira, coordinador del PRI y promotor de la iniciativa para que esta fecha se incluya en días feriados, este día no solo tiene un profundo significado espiritual y cultural, sino también un impacto económico relevante.
En 2022, la celebración generó una derrama económica de aproximadamente 225 millones de pesos, gracias a la asistencia de más de 10 millones de peregrinos al templo mariano.
Estas cifras subrayan la importancia de este evento para sectores como el comercio y el turismo.
De aprobarse la propuesta, el 12 de diciembre sería reconocido como un día de descanso obligatorio en el calendario laboral mexicano.
Esto significaría la suspensión de actividades en escuelas, oficinas gubernamentales y empresas del sector privado, al igual que ocurre con otros feriados oficiales como el Día de la Independencia o la Navidad.
El legislador Moreira destacó que institucionalizar esta fecha no solo fortalecería el sentido de identidad y pertenencia de los mexicanos, sino que también ofrecería beneficios económicos para las micro y medianas empresas que suelen aprovechar estas festividades.
La devoción a la Virgen de Guadalupe trasciende fronteras y generaciones, convirtiéndola en un símbolo nacional.
Cada 12 de diciembre, millones de fieles en todo el país acuden a iglesias para rendir homenaje, llevando flores, velas y participando en misas solemnes.
En la Basílica de Guadalupe, las celebraciones comienzan desde la madrugada con cantos de Las Mañanitas y procesiones multitudinarias.
Aunque menos conocido, el 12 de diciembre también coincide con el Día del Trabajador Bancario, una celebración que pasa desapercibida en comparación con la festividad guadalupana.
La propuesta fue presentada en octubre de 2023 en la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados y, aunque no se votó para incluirse en 2024, permanece en discusión.
Para muchos mexicanos, este reconocimiento sería un acto de validación cultural y espiritual. Sin embargo, algunos sectores han mostrado reservas sobre el impacto económico que podría tener un nuevo día de descanso obligatorio.