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La apertura de los mercados de futuros este domingo intensificó el temor a un posible "lunes negro" en Wall Street y otras bolsas globales, tras una fuerte caída en las criptomonedas y una nueva debacle en las cotizaciones.
El Dow Jones perdió 1,405 puntos (3,7%), el S&P 500 retrocedió 4,3%, y el Nasdaq 100 sufrió una caída del 5,4%. En Japón, el índice Nikkei abrió con pérdidas cercanas al 7%, aunque logró recortar algunas caídas a 3,5%.
El Nasdaq, orientado al sector tecnológico, está ahora un 22% por debajo de su máximo histórico de diciembre de 2024. Según el analista Charlie Bilello, este es el peor inicio de año bursátil en casi un siglo, en lo que se considera el sexto peor de la historia.
Japan's Nikkei plunges more than 8% after opening, deepening global stocks rout https://t.co/8EDX69JtGR
— CNN Breaking News (@cnnbrk) April 7, 2025
Este clima de incertidumbre también se reflejó en el desplome de los futuros del petróleo, que cayeron por debajo de los 60 dólares por barril, alcanzando su nivel más bajo desde abril de 2021.
En el ámbito de las criptomonedas, el Bitcoin cayó por debajo de los 79,000 dólares, registrando un descenso de más del 25% desde su pico de diciembre de 2024. Ether, por su parte, sufrió una caída del 13%.
La crisis se profundizó luego de los anuncios del presidente Trump, quien en días pasados impuso "aranceles recíprocos" a sus principales socios comerciales, lo que llevó a China a responder con nuevas tarifas a productos estadounidenses, manteniendo los temores de una guerra comercial.
La volatilidad ha aumentado considerablemente, con el índice VIX subiendo un 109% la semana pasada, el mayor aumento desde 1990. Expertos como Mark Malek de Siebert Financial advierten que, aunque es posible que haya breves repuntes, la tendencia alcista parece estar agotada, y las ganancias no serán sostenibles a corto plazo.
Por su parte, el gobierno de Trump ha insistido en que los aranceles son un reposicionamiento estratégico, a pesar de que varios analistas temen que este enfoque esté agravando la incertidumbre económica global. Los próximos días podrían marcar una fase crítica en la evolución de los mercados y las criptomonedas, con un aumento significativo del riesgo de recesión mundial.