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Jim Carrey, uno de los actores más emblemáticos de la comedia en Hollywood, ha revelado que atraviesa un momento delicado en términos financieros. A sus 63 años, el actor ha decidido ajustar significativamente el precio de su emblemática mansión en Brentwood, Los Ángeles, en medio de un panorama económico poco favorable para las estrellas retiradas.
Sin embargo, tras la cancelación inesperada de una venta por $19.8 millones en diciembre pasado, el actor optó por rebajarla hasta los $18.8 millones, una diferencia de más de $10 millones respecto al precio original.
Aunque Jim Carrey había anunciado en 2022 su retiro de la actuación, volvió recientemente al cine con Sonic the Hedgehog 3, una decisión que, según él mismo admitió, fue impulsada en parte por razones económicas. Durante la premiere en Londres, el actor confesó con su característico tono sarcástico: "Compré demasiadas cosas... y necesito dinero".
Esta declaración dio una nueva lectura a su regreso al cine. Lejos de tratarse únicamente de una elección artística, la participación en la exitosa saga —que ya suma más de $725 millones en taquilla— podría responder también a la necesidad de estabilizar su situación financiera.
Durante años, Carrey fue uno de los actores mejor pagados de la industria, llegando a cobrar $20 millones por película y acumulando un patrimonio estimado en $300 millones. Sin embargo, el paso del tiempo, su retiro parcial y su estilo de vida lujoso parecen haber hecho mella.
El actor no solo posee su mansión en Los Ángeles, sino también una propiedad en Maui, Hawái, además de una colección de vehículos de alta gama.
Hoy, en medio de un proceso de simplificación personal y económica, Carrey admite que ya no pasa tanto tiempo en su antigua residencia. "Fue mi refugio, pero es hora de que otro lo disfrute", dijo al New York Post.