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A 21 años de su creación, se celebró la consagración de la Diócesis de Orizaba en la catedral de San Miguel Arcángel, en donde se agradeció a Dios y se mencionó que hace falta más trabajo para lograr que ésta sea la casa de todos.
“La Iglesia es casa de todos, y en esto sin duda tenemos que seguir trabajando con pasión en el presente, con ganas y con ánimo, con entereza para que realmente pueda ser la casa de todos, para que siga estando digna, para que siga estando acogedora para que cumpla su misión de ser madre para todos, lugar de encuentro”, expresó el padre Demetrio Landa González, párroco de la catedral, quien presidió la homilía de este domingo.
Comentó que al cumplirse 21 años de la Diócesis es necesario agradecer a Dios por las bendiciones y riqueza recibidas.
Destacó que éstas han estado presentas en la zona indígena, la zona rural y la zona urbana, cuyos habitantes, con sus manifestaciones propias de fe, viven con pasión el presente a través de los grupos, movimientos y mayordomías para demostrar así su amor a Dios, a la Iglesia y a la comunidad a la que pertenecen.
El párroco de la catedral comentó que la preocupación para los feligreses fueran atendidos de la mejor manera fue la razón de que se creara esta Diócesis.