Los antojitos mexicanos tienen una fuerte fama de ser platillos altos en grasas, pero no todos los platillos caen en esta categoría. Dentro de estos existen opciones que pueden ser parte de una dieta saludable.
La UNESCO en el 2010 reconoció que la cocina tradicional mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Destacando su antigüedad, continuidad histórica y la diversidad de ingredientes, como el maíz, frijol y chile.
Normalmente la comida mexicana es asociada con no tener opciones saludables, pero existen opciones que los expertos consideran saludables, como los huaraches y los tlacoyos, que ofrecen un equilibrio nutricional sin perder su sabor auténtico.
El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán ha considerado a los huaraches y los tlacoyos, dos antojitos tradicionales de la cocina mexicana. Estos platillos ofrecen una combinación equilibrada de carbohidratos, proteínas y vegetales, lo que los convierte en opciones más saludables.
Sus ingredientes como frijoles, pollo o carne asada aportan proteínas de calidad, mientras que las verduras frescas como la lechuga, el jitomate y el aguacate proveen vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina C, potasio y fibra.
Estos son considerablemente más bajos en grasas en una comparación con la comida rápida comercializada, lo que los convierte en una opción más nutritiva para quienes buscan cuidar su alimentación.
A pesar de que puedan llegarse a considerar saludables, la clave también está en su preparación, ya que influye en su valor nutricional. Por ejemplo, por preparaciones a la plancha en lugar de fritos puede reducir significativamente el consumo de grasas saturadas y calorías.
Para poder mantener estos platillos dentro de una dieta equilibrada, es importante moderar las porciones y elegir rellenos como pollo o carne asada, en lugar de opciones más grasosas como el chorizo o la crema.
Estos pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en el aporte calórico y graso de estos alimentos.