La reliquia de primer grado de San Rafael Guízar y Valencia arribó la tarde de este sábado a Orizaba, en donde permanecerá en el marco de los festejos del Santo Patrono de la ciudad, San Miguel Arcángel.
Alrededor de las 16:00 horas, el corazón incorrupto de quien fuera el quinto obispo de Veracruz, custodiado en un relicario de plata con forma de corazón llegó la Rectoría de San Antonio de Padua, de donde salió en procesión hacia la Catedral de San Miguel Arcángel.
A su llegada se celebró una homilía y la reliquia quedó expuesta para su veneración por parte de los feligreses.
Este domingo, a las 17:00 horas habrá una nueva procesión con la imagen de San Miguel Arcángel y la reliquia de San Rafael Guízar y Valencia desde la iglesia de Santa Gertrudis a la catedral.
De acuerdo con datos proporcionados por la Diócesis, San Rafael Guízar y Valencia nació en Cotija, Michoacán, el 26 de abril de 1878. Sus padres fueron Prudencio Guízar González y Natividad Valencia Vargas.
A los 23 años fue ordenado sacerdote y el Papa Benedicto XV lo nombró quinto obispo de Veracruz el primer día de agosto de 1919.
Murió el 6 de junio de 1938 y en 1950 exhumaron su cuerpo y lo encontraron incorrupto. Fue beatificado el 29 de enero de 1995 por San Juan Pablo II y canonizado el 15 de octubre del 2006 por el Papa Benedicto XVI.
El que fuera quinto obispo de Veracruz fue muy querido por la población por ser "un misionero incansable en tiempos difíciles", por lo que la gente le llamaba el santo obispo de Veracruz y los niños, que eran atraídos por su bondad y simpatía, le decían "el padre gordito".