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La situación para el cuerpo de Bomberos de Misantla es crítica, tras el daño sufrido en una de sus principales unidades de emergencia, la incertidumbre se ha apoderado del cuartel, Guillermo Amador Rodríguez, comandante en jefe del cuerpo de bomberos, denunció públicamente la falta de respuesta por parte de la aseguradora y el abandono institucional por parte de las autoridades municipales de la jurisdicción que cubren.
Según explicó el comandante, la aseguradora ha aceptado reparar el vehículo siniestrado, una unidad de bomberos marca Quiroga con chasis Ford F-350, pero se niega a cubrir los daños al equipamiento especializado que venía integrado, argumentando cuestiones técnicas y administrativas.
Esta situación deja a los bomberos prácticamente indefensos ante cualquier siniestro mayor, ya que el equipamiento especializado —tanques, bombas, herramientas hidráulicas— es vital para las labores de rescate y control de incendios.
Pero el problema no termina ahí, a pesar de haber solicitado con urgencia el préstamo de una unidad de apoyo a través del Ayuntamiento de Misantla, y con respaldo del gobierno del estado y Protección Civil, han pasado más de 20 días sin una respuesta concreta.
Ante este panorama, el cuerpo de bomberos ha decidido tomar acciones directas, dejando de depender de las gestiones municipales, el comandante anunció que acudirá personalmente a Xalapa, capital del estado, para entregar las solicitudes directamente en la Secretaría de Protección Civil con la esperanza de obtener una unidad en préstamo y evitar poner en riesgo a la población ante emergencias mayores.
"Confiamos en que la Secretaría de Protección Civil no nos negará el apoyo, porque siempre han mostrado sensibilidad. Lo hacemos por el pueblo, porque la necesidad lo amerita", concluyó Guillermo Amador.
La situación pone en evidencia una falla grave en los mecanismos de respuesta institucional ante emergencias y un vacío preocupante en el respaldo a los cuerpos de rescate, quienes, aún sin recursos suficientes, continúan entregando su vida por la seguridad de los misantecos.
La ciudadanía, ante este escenario, se mantiene vulnerable, y los bomberos, una vez más, enfrentan solos el fuego, no solo de los incendios, sino del desinterés gubernamental.