En un ambiente de fe y devoción, la Parroquia Central de Nuestra Señora de la Asunción en Misantla acogió la misa de la Solemnidad de la Aparición de Santa María de Guadalupe, donde se pidió por la paz, la solidaridad y la empatía entre los fieles.
Previo a la celebración, la comunidad recibió a los antorchistas y ciclistas guadalupanos, quienes trajeron el simbólico fuego de fe y esperanza.
Este acto fue acompañado por cientos de devotos que se congregaron en las calles, muchos de ellos cumpliendo mandas y obsequiando rosarios como muestra de su agradecimiento a la Morenita del Tepeyac.
La eucaristía, presidida por Joaquín Sánchez García, destacó por su mensaje de unión espiritual y compromiso con los valores guadalupanos.
Tanto en el interior como en el exterior de la parroquia la expresión de fe fue evidente: niños vestidos con atuendos tradicionales dieron un toque especial a la ceremonia. Al término de la misa, el sacerdote impartió la bendición a los menores.