CNC destituye a líder regional en Misantla; Fernando Hernández asume

En una medida fulminante de reestructuración interna, el Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación Nacional Campesina (CNC) destituyó al dirigente regional en Misantla, Enrique Alejandro Lagunes, luego de que hiciera público su respaldo a un partido distinto al Partido Revolucionario Institucional (PRI), acción que fue calificada como una "traición a los principios fundamentales" de la organización campesina.

El presidente de la Comisión de Honor y Justicia de la CNC, Víctor Manuel Galicia Ávila, hizo oficial la designación de Fernando Hernández Flores como nuevo delegado en funciones de presidente del Comité Regional Campesino en Misantla.

"La CNC es y seguirá siendo un pilar, quien olvida ese compromiso, se aparta de esta casa campesina", sentenció Galicia Ávila, al dar lectura al documento oficial de remoción firmado por el presidente nacional de la CNC, Manuel Guerrero Sánchez.

Galicia Ávila explicó que, tras la manifestación pública de apoyo de Lagunes a un proyecto político ajeno, la dirigencia nacional actuó de inmediato, en apego a los estatutos y principios rectores de la organización.

"El Comité Ejecutivo Nacional tomó nota y decidió actuar con firmeza, esta decisión responde a la exigencia de nuestros agremiados, que reclamaban una dirigencia coherente y leal con sus ideales", afirmó.

El nuevo dirigente, Fernando Hernández Flores, asumió el cargo bajo aplausos de los presentes y con un claro mandato: recuperar la confianza del campesinado misanteco y fortalecer el trabajo político de cara al proceso electoral.

El acto fue respaldado por pilares de la CNC locales que habían exigido una respuesta firme tras la conducta de Lagunes, a quien señalaron como "desleal y oportunista".

"Este relevo no es solo administrativo, es simbólico, representa el regreso de la CNC al camino de la congruencia", remató Galicia Ávila.

La CNC concluyó reiterando su compromiso con la base campesina y llamó a la unidad del sector en torno a un proyecto político coherente y con raíces históricas.