Los suicidios se han convertido en un problema de salud pública; en los últimos cinco años ha aumentado 20 por ciento la tasa en todo México, afectando principalmente a jóvenes desde los 12 a los 29 años.
Esto indicó el psicólogo Rodrigo Castillo Pérez en la Jornada de Prevención del Suicidio que realizó junto con autoridades municipales y de la Jurisdicción Sanitaria VII en Orizaba.
"Durante el 2023 hubo ocho mil 837 suicidios (a nivel nacional), mientras que según los estudios más actuales se refleja que de cinco años a la fecha se tiene un aumento en la tasa de suicidios de un 20 por ciento, tan solo en adolescentes", expuso.
En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, destacó que hay una serie de factores que inciden en que una persona atente contra su vida, desde genéticos a presión social como el acoso escolar, problemas de salud y físicos y hasta autoexigencias que la propia sociedad impone, como el éxito y la felicidad.
Destacó que la persona tiende a asumir argumentos como "entre más tengas más feliz eres y entre más exitoso seas, mejor valor vas a tener para la sociedad", y se comienza a someter a esas exigencias sin saber a veces si es capaz de lograrlas.
Además que, cuando se logra menos de lo que esperaba, lo ve como una crisis existencial.
Mencionó que desde la pandemia se observó ese aumento en la tasa de suicidios, en lo que ha influido también el uso de la tecnología ya que el encierro provocó un mayor uso de esta, y aunque representó una ventaja también fue un riesgo porque no había criterios de uso adecuado.
Comentó que los jóvenes comenzaron a consumir criterios sociales que no son acordes a su entorno y entraron en una crisis de identidad.
Recordó que ya los jóvenes viven una crisis de identidad que se va resolviendo al convivir con grupos coetarios similares, pero al asumir criterios de otros entornos, entraron en conflicto.
El especialista destacó que tan solo al terminar la pandemia se observó que los casos de adolescentes en crisis incrementaron y pasaron de dos a tres que se tenían por año antes del covid, pasando a 10 o 12 adolescentes con problemas de depresión e intentos de suicidio.
Castillo Pérez indicó que para prevenir el suicido es importante que los padres estén al pendiente de los hijos y al observar un cambio no regañarlos o cuestionarlos de manera fuerte, sino invitarlos a que les digan a qué se deben esos cambios, platicar y llevarlos al psicólogo para que los apoye.