Denuncian cobros indebidos por vender en atrio de la catedral de Orizaba

Diez mujeres vendedoras de elotes pidieron la intervención del obispo de Orizaba para que les permitan vender en el atrio de la catedral, pues señalan que fueron desplazadas por una señora de nombre Rosario Ibarra Ramírez, quien se autodenomina organizadora del área.

Explicaron que llevan entre 17 y 20 años vendiendo en ese lugar; sin embargo, antes del Domingo de Ramos solicitaron formalmente permiso al ayuntamiento para vender afuera del templo debido a que se reúne mucha gente en esos días.

"Obtuvimos la autorización correspondiente, pero a pesar de ello la señora Rosario Abad Ramírez, quien desde hace más de 10 años se ha autodenominado organizadora del área, ha tomado represalias en nuestra contra", mencionaron.

Comentaron que dicha persona les comenzó a enviar mensajes cuestionando su decisión y desde entonces fueron excluidas del atrio.

También te puede interesar...

Iglesia de Orizaba despide al Papa Francisco con toque de campanas

"Desde entonces hemos sido excluidas del atrio, mientras que solo a cuatro vendedoras, todas ellas allegadas a Rosario y con poco tiempo en el lugar, les permiten continuar con sus actividades", comentaron.

Señalaron que el estar en el atrio no las exime de hacer pagos, pues esta persona les impone diversos cobros por los cuales no da recibo.

Indicaron que de mil pesos por vender durante tres días en fiestas patronales o Semana Santa, deben dar 150 pesos semanales por estar dentro del atrio, con recargos de 25 pesos diarios si no se paga puntualmente.

También les pide uniformes obligatorios y materiales específicos para poder acceder, lo que representa un gasto adicional que les cuesta trabajo cubrir.

Comentaron que esta persona les dice que es una "cooperación para la iglesia", pero nunca les ha permitido hablar con el padre Demetrio, que es el párroco, pues cuando han solicitado hablar con él, les dice que no tiene tiempo y no vayan hasta que él la cite.

"Muchas de nosotras comenzamos a vender siendo adolescentes. Hemos corrido, trabajado bajo el sol, la lluvia y en condiciones difíciles para ganarnos la vida dignamente. No es justo que se nos niegue el derecho a trabajar por no querer pagar cuotas injustificadas", expresaron.

Por lo anterior, hicieron un llamado para que las escuchen y les permitan vender como lo venían haciendo.