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En el marco del Día de las Madres, el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, expresó la solidaridad de la Iglesia Católica con todas aquellas madres que viven el dolor de tener a un hijo o hija desaparecido, reconociendo que para muchas este día está marcado por la ausencia y el sufrimiento.
"Sabemos que la celebración de este día se ensombrece para muchas madres que enfrentan el drama de no saber dónde están sus hijos.
"Como Iglesia y como cristianos, no podemos ser ajenos a ese dolor tan grande que representa una de las pérdidas más profundas que puede experimentar un ser humano", expresó.
En ese sentido, afirmó que la Iglesia acompaña a estas madres desde diferentes espacios, como la pastoral social y la familiar.
Señaló que se han implementado centros de escucha y atención psicológica, y se participa en vigilias, marchas o manifestaciones, ofreciendo también apoyo espiritual y emocional.
"En muchos lugares se les ofrece un acompañamiento cercano. Nuestra oración está con ellas, pero también nuestra presencia, porque como comunidad cristiana debemos custodiar y sostener al que sufre", mencionó el presbítero.
Además, Enríquez Báez se unió al clamor de justicia, instando a que las instituciones den respuesta a las familias que claman por la localización de sus seres queridos, ya sea mediante la revisión en Semefos, el procesamiento de datos genéticos o la búsqueda en fosas clandestinas.
"El llamado que hacemos es también a transformar la realidad. Debemos construir un mundo donde desaparezca la violencia, el secuestro, la desaparición forzada, y podamos dar pasos hacia una sociedad más justa y humana", puntualizó.
Reiteró que, guiados por el ejemplo de Jesucristo, la Iglesia reafirma su compromiso de estar cercana a quienes sufren, especialmente en fechas tan significativas como esta.