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El uso indebido de medicamentos humanos en mascotas de compañía va en aumento en Misantla, lo que ha encendido las alarmas entre especialistas en salud animal, el médico veterinario Gustavo Salazar Grosskelwing advierte que esta práctica, motivada en la mayoría de los casos por la buena intención de los dueños, puede tener consecuencias fatales.
"Estamos viendo un crecimiento preocupante de casos en los que se suministran medicamentos como naproxeno, paracetamol o ibuprofeno a perros y gatos para tratar dolencias comunes, lo que muchos no saben es que estos fármacos, comunes en nuestros botiquines, son altamente tóxicos para los animales", explicó el veterinario.
Salazar Grosskelwing insistió en que los medicamentos para humanos no deben ser administrados a mascotas bajo ninguna circunstancia sin la supervisión de un médico veterinario, ya que los efectos adversos pueden ser rápidos y letales.
"El paracetamol, por ejemplo, puede provocar daños hepáticos irreversibles; el naproxeno e ibuprofeno pueden generar úlceras gástricas, hemorragias internas o insuficiencia renal. Muchos animales mueren porque sus dueños actuaron sin saber lo peligroso que era", señaló.
En caso de que el dueño haya proporcionado por error un medicamento humano a su mascota, el especialista recomendó actuar de inmediato: "El primer paso es no repetir la dosis y comunicarse de inmediato con su veterinario, contamos con una ventana crítica de una a dos horas, lo que llamamos ´periodo de oro´, para intentar evitar que la sustancia sea absorbida completamente y cause daño irreversible".
Cada intoxicación requiere una atención distinta, por lo que no existe un tratamiento estándar, por eso es fundamental no esperar a que los síntomas empeoren, sino buscar orientación veterinaria cuanto antes.
El aumento de intoxicaciones también está relacionado con el uso doméstico de venenos y productos químicos en jardines y patios: "Muchos hogares aún utilizan rodenticidas o herbicidas que son altamente peligrosos para las mascotas, un caso particularmente alarmante es el del fluoracetato de sodio, conocido como ´1080´, un veneno prohibido que sigue circulando clandestinamente y que no tiene antídoto", advirtió Salazar.
Este tipo de productos, diseñados originalmente para exterminar plagas como ratones o taltuzas, puede ser ingerido por animales domésticos al estar expuestos a cebos o plantas contaminadas, en la mayoría de los casos, el desenlace es fatal.
El veterinario hizo un llamado urgente a la comunidad para actuar con responsabilidad y evitar poner en riesgo la vida de sus mascotas: "No medicar sin consultar, no usar productos prohibidos y mantener cualquier sustancia tóxica fuera del alcance de los animales es clave para evitar tragedias".
La salud de las mascotas no debe ponerse en juego con remedios caseros o improvisados, la orientación médica profesional es esencial para su bienestar.