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Este jueves 22 de mayo, Orizaba perdió a una de sus figuras más representativas del sindicalismo y la política local: Enrique Hernández Olivares, líder obrero y servidor público cuya trayectoria marcó varias décadas de la vida laboral y política de la región.
Nacido el 15 de julio de 1941, Enrique Hernández provenía de una familia de valores firmes, siendo hijo de Alfredo Hernández González y Ana María Olivares Benítez. Su formación se dio desde el esfuerzo, comenzando a trabajar a los 17 años en Distribuidora Montosa, empresa donde construyó su prestigio como trabajador y posteriormente como líder sindical.
Fue precisamente esa participación en lo laboral lo que lo llevó a encabezar el Sindicato de Industrias y Distribuidoras de la Región de Orizaba, representando a más de mil 500 trabajadores.
Posteriormente, su ascenso en la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) lo colocó en la dirección nacional entre 1970 y 1972.
Su influencia no se limitó al ámbito sindical. También dejó huella en la política estatal, siendo diputado local en dos ocasiones y ocupando el cargo de síndico municipal en tres administraciones distintas. En 1991, asumió de forma interina la presidencia municipal de Orizaba por ministerio de ley.
Fundador del Sindicato de Talleres y Aceros en 1986, que pasó de 28 integrantes a ser una de las agrupaciones obreras más sólidas de la región, don Enrique fue homenajeado en vida por sus más de cinco décadas de servicio.
En 2018, la CROM lo reconoció como miembro emérito en una ceremonia encabezada por su dirigente nacional, Rodolfo González Guzmán.
La ciudad de Orizaba despide a uno de sus personales. Descanse en paz, Enrique Hernández Olivares.