´¡No te duermas!', la voz desesperada resonó entre los retorcidos metales del autobús ADO accidentado en Perote. El conductor de la unidad, atrapado entre los hierros, luchaba por aferrarse a la vida mientras la sangre empapaba su rostro. A su alrededor, el caos: cuerpos inertes, gritos de dolor. Muerte.
Con palabras de aliento, entre los pasajeros sobrevivientes trataban de mantener con vida al conductor del autobús. La estructura retorcida del vehículo gemía como un animal herido bajo el cielo de la madrugada. El chofer tenía sangre en la cabeza y heridas en varias partes del cuerpo.
Ese amanecer del pasado viernes trajo una escena de tragedia y dolor en la autopista Perote-Xalapa. El ADO GL con el número económico 8046 colisionó brutalmente contra la parte trasera de un tráiler, placas 448WC1, mientras se dirigía de la Ciudad de México hacia Xalapa.
El impacto dejó ocho muertos, incluyendo a una niña, y múltiples heridos, en un accidente que marcaría para siempre a los sobrevivientes.
El accidente movilizó a policías, bomberos y paramédicos, quienes trabajaron durante horas para rescatar a los sobrevivientes.
Entre ellos se encontraba el conductor del autobús, atrapado entre los escombros, con heridas graves y sangre cubriendo su rostro.
Entre los gritos y el caos posterior al accidente, un testigo se acercó al chofer para mantenerlo consciente. "¿Estás prensado, verdad? No te duermas", le dijo, en un intento desesperado por salvar su vida.
El accidente dejó un profunda impresión en los pasajeros sobrevivientes. En los recuerdos de quienes sobrevivieron al fatal accidente quedará el sonido del impacto, pero también los esfuerzos por salvar vidas y las palabras de aliento en medio de la tragedia.
A pesar de sus heridas, el conductor logró sobrevivir, mientras otros pasajeros intentaban consolar a los heridos y aguardaban la llegada de los servicios de emergencia. Ahora, lucha por salvarse en el hospital.