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Mientras que el 10 de mayo para algunas mujeres es de felicidad, otras más estarán en la búsqueda de sus hijos con un corazón partido por no saber de su paradero; la iglesia católica ante este momento doloroso envía un mensaje de consuelo y refugio en el regazo de la Virgen María porque ella también vivió el dolor de la muerte de su hijo.
"Las palabras de la Iglesia a este dolor y sufrimiento que cada vez más lamentablemente viven las mamás, las mujeres es de consuelo y refugio en el regazo de la Virgen María y ella como mujer se convierte en un modelo de consuelo y un modelo de acompañar el dolor y sufrimiento", así lo informó el responsable de la Parroquia de La Santa Cruz, Javier Yael Cebada Tejeda.
Admitió que para muchas mujeres va a ser un día de felicidad y cabe muy bien "El Feliz Día Mamá" pero para muchas tantas será un día de dolor, de soledad, de ausencia, de tristeza y de búsqueda en su alma hasta que no encuentre consuelo, fortaleza, ánimo hasta no ver a sus hijos y quizá muchas de ellas pasarán el resto de su vida sin que los vean o los encuentren.
El presbítero dejó en claro que en el 10 de mayo también se da la oportunidad para orar por todas las que tienen su corazón roto, tienen su corazón destruido y en espera de encontrar a sus hijos.
Ante los hechos violentos que se han registrado recientemente entre ellos el hallazgo de una persona embolsada y el asesinato del director de Obras Públicas de Ixtaczoquitlán, Bladimir García Soriano subrayó que es necesario redoblar esfuerzo para trabajar en la educación en valores y el acompañamiento de los hijos y cuando sea necesario también corregirlos a tiempo para evitar convertirse más adelante en cómplices del daño que pueda hacer hacia su persona y hacia los demás.
"Redoblemos esfuerzos en la familia porque es ahí en donde comienza toda educación de valores en los hijos estar cerca y escuchar y comprender y acompañar a los adolescentes y jóvenes y también una de las tareas de un papá y una mamá es ser que corrija a sus hijos a tiempo y que no se convierta en cómplice porque el hijo que no se corrige, la hija que no se corrige que no se le acompaña puede terminar haciendo mucho daño primero a sí mismo, a sí misma y luego a la sociedad, redoblar esfuerzos en todos los niveles quienes nos implicamos en el acompañamiento y cercanía de la educación de un ciudadano de un cristiano redoblar esfuerzos porque cada vez más nos confrontan tantas situaciones que sí son lamentables".