Con la celebración de la Última Cena y el lavado de pies la noche del Jueves Santos, dio inicio el Triduo Pascual, que es la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, señaló el obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino.
Durante la homilía, monseñor destacó la institución del sacerdocio, que recae en la figura de Pedro como cabeza de la Iglesia; la institución de la Eucaristía, en la que Jesús deja su cuerpo y sangre para alimentar a su pueblo, y el mandamiento del amor, con el acto de lavar los pies a sus discípulos.
El obispo resaltó que con ese acto del lavatorio de pies, Jesús dejó testimonio de sencillez y humildad, pero también ejemplo de que hay que ponerse al servicio de nuestros hermanos.
Llamó a los feligreses a ser solidarios con quienes los rodean.
Tras concluir la homilía, el obispo de Orizaba lavó los pies a algunos de los feligreses que fueron invitados a representar a los 12 apóstoles mientras que integrantes de la pastoral social lo acompañaron en esta acción.