Un matrimonio denunció públicamente que, luego de ser atropellados por Mario Rojas García, hermano del regidor de Zongolica Marcos Rojas García, el culpable no sólo no se ha hecho cargo de las lesiones, sino que ahora usa sus influencias para intentar que su caso sea movido a Xalapa.
Esto dejaría a los afectados en la indefensión, pues no cuentan con recursos para trasladarse constantemente a la capital.
Alejandra Álvarez Hernández y Carlos Antonio Guajardo Mendiola, quienes tienen tres hijas menores de edad, indicaron que a la fecha han gastado más de 50 mil pesos, además de perder su herramienta de trabajo, que era su motocicleta,
Eso sin contar que el pronóstico para ella no es alentador, pues requiere de otra operación y podría dejar de caminar.
El matrimonio relató que todo sucedió el pasado 27 de mayo, cuando Mario Rojas conducía el taxi de Zongolica marcado con el número económico 61. Al intentar pasar los atropelló y luego trató de huir.
Explicaron que Carlos Antonio sufrió una fractura en uno de los tobillos, mientras que Alejandra tuvo rotura de tibia y peroné en su pierna derecha, además de que su motocicleta fue pérdida total.
Comentaron que, en un inicio, el regidor les aseguró que él apoyaría a su hermano, pero hasta ahora no se han hecho cargo de pagar un sólo peso de todo lo que ellos han gastado. Ahora, ni el regidor ni mucho menos su hermano contestan las llamadas.
Indicaron que con el apoyo de sus vecinos lograron pagar 10 mil pesos de una de las operaciones, pero ninguno de los dos puede trabajar y no tienen cómo sostener a sus hijas, por lo que su situación es muy complicada.
Señalaron que ahora saben que el hermano del regidor se amparó y quiere que trasladen el caso a Xalapa y se cambie el delito, lo cual les parece injusto ya que no tienen forma de trasladare a la capital para seguir su caso, pues no cuentan con una fuente de ingresos.
Indicaron que además les quedan muchos gastos por afrontar, como es la rehabilitación de Carlos y una segunda operación para Alejandra, quien además no tiene la garantía de poder caminar, pues su hueso no se ha regenerado.
La afectada comentó que su esposo es quien se está haciendo cargo de la casa y de las niñas, pues ella no puede hacer nada y él tampoco está bien aún para trabajar, ni puede hacerlo con su moto, por lo que están sobreviviendo con la venta de algunos productos comestibles.
La pareja hizo un llamado a las autoridades para que no se cometa una injusticia en su caso y se les apoye para que el culpable se haga cargo de los daños que causó por su imprudencia.