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A poco más de dos meses de haber sido nombrado Miguel Ángel Páez González como fiscal primero de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Mujer en Zongolica, esto no ha sido tomado a bien por parte de las mujeres.
Aseguran que esta persona "inhibe la posibilidad" de que se atrevan a denunciar a sus agresores, lo que representa un retroceso para la procuración de justicia en la zona serrana de Zongolica.
La abogada del Colectivo Kalli Luz Marina, Elizabeth Guevara Mitzi, destacó que es necesario que se tenga una mayor sensibilidad en estos temas.
Y es que en las zonas indígenas, por usos y costumbres, existen mujeres que no tiene la confianza de denunciar a sus agresores en presencia de hombres, por lo que siguen presentando violencia tanto física, patrimonial y psicológica entre otras más.
"Yo creo que desde el Gobierno del Estado se debería ir atendiendo un protocolo, que en este tipo de fiscalías especializadas no puede estar atendiendo un hombre.
"Aproximadamente tiene dos meses que llegó el fiscal y estamos hablando que es una zona indígena donde acuden diariamente mujeres que viven violencia y que obviamente les impone la figura de un hombre que es quien las atienda".
Manifestó que el mes de febrero comenzaron sus actividades como colectivo para la atención de las mujeres víctimas de violencia, y a la fecha suman 50 femeninas que se han acercado para solicitar orientación.
Sin embargo, no todas inicia en un proceso de denuncia debido a que es un proceso largo, además de otros factores que las hace desistir.
"Yo creo que se tendría que verificar bien esta situación de este fiscal, creo que no es el lugar pertinente que tendría que estar atendiendo, además de que continuamos con una situación que se ha venido reportando desde mucho tiempo atrás.
"Siguen sin intérprete propio, no existe esta facilidad de comunicación entre las mujeres que acuden a solicitar el servicio".
Señaló que aunque sean dos fiscales, un hombre y una mujer, regularmente cada uno tiene su turno y en algún momento toca que las mujeres sean atendidas por Miguel Ángel Páez y muchas de ellas optarán por seguir viviendo en un círculo de violencia al no sentirse respaldadas.