Un grupo de ciudadanos de Jilotepec, se manifestó frente a la comandancia local en un enérgico rechazo a lo que consideran prácticas corruptas por parte de los elementos de la policía de proximidad, anteriormente conocidos como Fuerza Civil, la protesta, que congregó a varios habitantes de la comunidad, se centró en las denuncias de abuso de poder y extorsión por parte de algunos oficiales de seguridad pública, quienes, según los manifestantes, han incurrido en actos de corrupción y abuso hacia la ciudadanía.
Los vecinos de Jilotepec expresaron su hartazgo ante lo que consideran un constante maltrato por parte de los uniformados, cuyos abusos no solo afectan a la comunidad local, sino también a los habitantes de la vecina comunidad de Tlacolulan, según los testimonios de los manifestantes, los abusos de los oficiales van desde la intimidación hasta el cobro de "cuotas" ilegales a quienes transitan por la zona.
Uno de los episodios más recientes y que habría desencadenado esta manifestación, fue la detención de un grupo de personas en una camioneta de carga que transportaba carbón, de acuerdo con las versiones de los afectados, los detenidos fueron retenidos bajo el pretexto de una falta administrativa, pero los oficiales exigieron una cantidad considerable de dinero para liberarlos, el caso generó indignación entre los habitantes, quienes consideran que este tipo de acciones son una práctica recurrente por parte de los elementos de la policía local.
Gracias a la intervención del gobierno municipal de Jilotepec, los detenidos fueron finalmente liberados sin que se efectuara el pago solicitado, sin embargo, la situación dejó una profunda preocupación entre la población, que exige respuestas y garantías de que los responsables de estos abusos no quedarán impunes.
Ante esta situación, los manifestantes hicieron un llamado directo a la gobernadora Rocío Nahle para que tome cartas en el asunto y asegure que las fuerzas de seguridad operen de manera transparente y respetuosa de los derechos humanos, la demanda de los ciudadanos es clara: no más corrupción ni abuso de poder por parte de las autoridades encargadas de garantizar la seguridad de la población.
La manifestación frente a la comandancia de Jilotepec es un reflejo del creciente malestar social en la región por la actuación de algunos elementos de la policía, quienes, lejos de cumplir con su deber de proteger a la ciudadanía, se han convertido en una fuente de desconfianza e inseguridad, los habitantes exigen una revisión exhaustiva de las prácticas y procedimientos internos de la policía municipal, con el fin de erradicar la corrupción y restaurar la confianza de la comunidad en sus autoridades.
La intervención del gobierno estatal y municipal es ahora más urgente que nunca, y los ciudadanos esperan una respuesta clara que no solo resuelva el problema puntual de los abusos, sino que también establezca medidas para garantizar que situaciones similares no se repitan en el futuro.