“Como han pasado los años, como han cambiado las cosas y aquí estamos lado a lado…” dice la canción interpretada por la cantante local Rosa Martha Seba Sánchez, quien entretiene a militantes perredistas, priistas y panistas mientras esperan a que lleguen un candidato y altos representantes de cada partido.
El 3 de agosto del año pasado el Secretario General del PAN en el estado sentenciaba en rueda de prensa que el partido en el gobierno estatal gobernaba como el PRI de los años 70s.
A mediados de enero del año que corre, panistas de cepa se inconformaron en redes sociales porque acusaron que el dirigente estatal del blanquiazul tenía prácticas priistas como el querer imponer a su hija como síndica en el ayuntamiento de Medellín de Bravo.
Alicia Delfín es la subdirectora de gobernación en dicho cuerpo edilicio, pero cuando su padre fue presidente municipal de Tierra Blanca, tuvo cargos en el DIF de la localidad. Sin dejar de mencionar que en la administración de Javier Duarte fue subdirectora de desarrollo comunitario, por lo que la postulación de la hija de Tito causó irritación entre panistas.
Las vueltas de la vida
Delfín Cano ya estaba sentado frente al escenario montado en el parque de Paso del Toro, presente en la apertura de campaña de un candidato priista, codeado con priistas, con banderas rojas detrás de él, recibido a su llegada al más puro estilo priista, con batucada.
Si, Tito Delfín, estaba sentado ya con el PRI al que criticó para referirse a MORENA, del que se quejó, al que emuló con lo de su hija, con el que ahora choca el puño, con el que hace estrategias, mostrando así que han pasado los años y que en efecto, las cosas han cambiado, como dice la canción.
Por supuesto, los que antes eran antagonistas y no se podían ver tan cerca, los que inculcaban o al menos inspiraban a su gente que con un priista es imposible entenderse, hoy causaban shock en los asistentes al evento, que apaciguados y pasivos mostraban una confusa actitud.
Un arranque de campaña sin gritos, callados, presentes pero ausentes a la vez, una actualidad en la que cada instituto político estaba junto pero no revuelto, cada equipo en su asunto, con sus propias banderas, sin trabajar en equipo.
Así, sentado, con una camisa manga larga a cuadros, el cubrebocas parecía hacerle tragar sus propias palabras al Secretario General, no, no fue casualidad que se escuchara aquella tarde “Cómo han pasado los años, las vueltas que dio la vida…”