La conurbación de Veracruz ha sido escenario de secuestros y desapariciones que afectan a personas dedicadas a la compraventa de automóviles. A pesar de las denuncias y señalamientos, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha logrado dar con los responsables.
El colectivo "Rastros de Amor" da seguimiento a algunos de estos casos, en los que cinco personas han desaparecido.
Las familias de las víctimas afirman que las desapariciones podrían estar relacionadas con su actividad comercial y también alertan la posible participación de elementos de la Secretaría de Marina y la propia Fiscalía en los hechos.
De igual forma, Juan Pablo Badillo Escamilla fue secuestrado y desaparecido pero el 8 de febrero de 2021 en la misma ciudad. Todos se dedicaban a la compraventa de automóviles hasta el día de su desaparición.
Martha Miranda Franco, madre de Javier de Jesús, relató que su hijo viajó de la Ciudad de México a Veracruz para vender un automóvil. "Venía de la Ciudad de México con su amigo y con la pareja de su amigo Daniel Hernández; venían a vender una camioneta, pero los interceptaron", afirmó.
Según el testimonio de Miranda Franco, tras ser interceptados, los perpetradores exigieron un pago para liberar a las víctimas. Sin embargo, pese al pago, sólo dejaron en libertad a la pareja de Daniel.
Ese mismo día, Orlando Estrada González también desapareció. Su esposa, Rocío Fernández, recordó que fue la última vez que lo vio: "Le habló un amigo (Luis Ángel) que había chocado, fue una gran mentira", explicó.
A pesar de los esfuerzos de las familias para pagar el rescate, solo la pareja de Daniel fue liberada. La mujer relató que fueron llevados a una casa de seguridad en la colonia irregular La Laguna.
"La novia de Daniel manifiesta que los detuvieron por una supuesta carpeta de investigación y también manifiesta que fueron marinos quienes estuvieron involucrados y ministeriales", señaló.
Juan Pablo Badillo Escamilla, también comerciante de automóviles, fue secuestrado el 8 de febrero de 2021. Florencia Escamilla, madre de Juan Pablo, afirmó que su hijo fue víctima de un secuestro y, a pesar de haber pagado el rescate, no ha recibido más noticias sobre él.
Las integrantes del colectivo “Rastros de Amor” insisten en su demanda de justicia y exigen a la Fiscalía General del Estado que encuentre a los responsables y a sus seres queridos. Sin embargo, lamentan que las investigaciones no han mostrado avances.