Pareciera historia de una novela gótica: células humanas que, al morir el cuerpo, continúan funcionando y se transforman en algo que nunca habríamos imaginado.
Lo que semejaba pura ficción al estilo de Frankenstein, ahora está siendo explorado por científicos que buscan más respuestas en el ámbito de la biología.
Un reciente estudio sugirió que, tras la muerte de un organismo, algunas de sus células adquieren nuevas capacidades, manteniéndose activas e incluso formando estructuras multicelulares.
El hallazgo pone en jaque nuestras concepciones más arraigadas sobre la muerte.
Biólogos y expertos en fisiología están empezando a vislumbrar un "tercer estado" que va más allá de los límites tradicionales de la vida y la muerte.
Dirigidos por el profesor Peter Noble, de la Universidad de Washington, y Alex Pozhitkov, del Centro Médico Nacional City of Hope en California, los investigadores han observado que ciertas células no solo sobreviven después de la muerte del organismo, sino que también parecen activar nuevas funciones.
En sus experimentos, lograron que células pulmonares humanas, al recibir nutrientes y oxígeno, se autoensamblaran en lo que los científicos llamaron "antrobots", diminutas estructuras multicelulares capaces de moverse y hasta de reparar tejidos dañados.
El descubrimiento tiene el potencial de cambiar nuestra comprensión de lo que significa estar muerto. Hasta ahora, la muerte se ha definido como la cesación irreversible de todas las funciones vitales, pero este estudio sugiere que algunos componentes celulares continúan actuando de formas sorprendentes.
A nivel legal y ético, los científicos ya se plantean si estos hallazgos podrían llevar a redefinir la "muerte legal", ese punto de no retorno que creemos conocer.
La ciencia, a menudo, supera a la ficción. Y lo que alguna vez fue una fantasía cinematográfica, como los relatos de criaturas que caminan entre la vida y la muerte, ahora parece tener una base en la biología moderna.
¿Cómo es posible que las células posean la capacidad de autoensamblarse y adquirir nuevas funciones después de la muerte? Los científicos todavía no tienen respuestas claras, pero algunos sugieren que un sistema de "circuitos eléctricos" ocultos podría estar detrás de esta sorprendente capacidad de reanimación celular.
Los hallazgos de Noble y Pozhitkov abren la puerta a nuevas investigaciones en biología, medicina y ética. Si este "tercer estado" resulta ser una realidad, las implicaciones serían vastas, desde la redefinición de la muerte hasta la exploración de nuevas formas de regeneración celular.