La reciente elección de Sarah McBride como representante en el Congreso de Estados Unidos marca un momento histórico en la política del país. Al convertirse en la primera mujer transgénero en ocupar un escaño en la Cámara de Representantes por el estado de Delaware, McBride no solo rompe barreras en términos de representación, sino que también envía un poderoso mensaje sobre la diversidad y la inclusión en la democracia estadounidense.
Con el 57,9% de los votos frente a su oponente republicano John Whalen, McBride obtuvo un apoyo significativo en un estado de inclinación demócrata, lo cual refuerza la confianza del electorado en su capacidad para abogar por temas cruciales en la agenda social.
En su discurso de agradecimiento, McBride expresó su gratitud hacia los votantes y reiteró su compromiso con políticas esenciales para mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos. En sus palabras:
"Delaware ha enviado un mensaje alto y claro: debemos ser un país que proteja la libertad reproductiva, que garantice licencias remuneradas y guarderías infantiles asequibles para todas nuestras familias, que garantice que la vivienda y la atención sanitaria estén disponibles para todos y que esta sea una democracia lo suficientemente grande para todos nosotros".
Con esta declaración, la representante subrayó su enfoque en derechos fundamentales como la salud reproductiva, la vivienda asequible, el acceso universal a la salud y la expansión de la democracia, temas que han cobrado especial relevancia en el debate nacional.
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Desde sus años como estudiante en la American University, McBride ha demostrado un compromiso inquebrantable en la defensa de los derechos de la comunidad LGBTQ+. Su activismo comenzó en la universidad, donde se destacó como una joven defensora de la inclusión y el respeto hacia las minorías.
En 2019, su liderazgo la llevó a ser nombrada Secretaria Nacional de Human Rights Campaign (HRC), una de las organizaciones más grandes y activas en la defensa de los derechos LGBTQ+ en Estados Unidos. Durante su mandato en HRC, McBride se dedicó a promover la igualdad de derechos, enfocándose en la lucha contra la discriminación y en la protección de las personas transgénero en todos los aspectos de la vida pública y privada.
En 2020, Sarah McBride hizo historia nuevamente al convertirse en la primera mujer transgénero en ser elegida senadora estatal en Delaware.
Desde el Senado estatal, McBride se destacó por su papel en la aprobación de leyes progresistas que fortalecen los derechos de las minorías y prohíben la discriminación basada en la identidad de género. Fue una de las principales impulsoras de la legislación que protege a las personas LGBTQ+ de la discriminación en el empleo, la vivienda y los servicios públicos.
Este trabajo legislativo en el Senado estatal le permitió adquirir una experiencia valiosa que ahora llevará al Congreso, donde buscará implementar políticas inclusivas a nivel federal y ampliar las protecciones contra la discriminación para todas las personas.
A sus 34 años, Sarah McBride representa una nueva generación de líderes políticos comprometidos con los valores de igualdad, inclusión y justicia social.