El Palacio de Buckingham anunció el 5 de febrero que el Rey Carlos III del Reino Unido e Irlanda del Norte ha sido diagnosticado con cáncer, lo que resultó en la posposición de sus compromisos públicos. El diagnóstico se produce después de una cirugía para tratar un agrandamiento de la próstata.
El monarca ha comenzado un programa de tratamientos para combatir la enfermedad, mientras que los médicos le han aconsejado posponer sus deberes públicos. El Príncipe Harry, duque de Sussex, tiene previsto viajar al Reino Unido en los próximos días para visitar a su padre tras enterarse del diagnóstico.
El Palacio de Buckingham explicó que la decisión de compartir el diagnóstico fue para evitar especulaciones y para contribuir a una mejor comprensión pública del cáncer. Aunque Carlos III se mantiene positivo sobre su recuperación, seguirá estando disponible para asuntos relacionados con el Gobierno del Reino Unido durante su tratamiento.
Hasta el momento, no se ha revelado el tipo específico de cáncer que padece la monarca. Sin embargo, se ha informado que el tratamiento dependerá del tipo y la etapa de la enfermedad. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia y otras terapias dirigidas.
Además de este diagnóstico, Carlos III enfrenta otros problemas de salud, como lesiones en las manos, posiblemente asociadas con artritis o insuficiencia orgánica, y dolores crónicos debido a una lesión sufrida mientras practicaba Polo a los 42 años.
A pesar de los desafíos de salud, el monarca se mantiene determinado y agradece al equipo médico por su rápida intervención. La familia real y el público en general esperan su pronta recuperación y retorno a sus deberes reales.