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En el primer día del cónclave hubo una única jornada de votación, horas después de que los 133 cardenales que estarán a cargo de elegir al sucesor del Papa Francisco iniciaron su aislamiento en la Capilla Sixtina.
Horas después de concluir dicha votación, aproximadamente a las 21:00 horas locales (las 13:00 en México), se emitió la primera fumata de la chimenea del recinto sagrado, de la cual salió humo negro, en señal de que aún no se llega a una decisión.
La Plaza de San Pedro reunió a más de 30,000 fieles, según fuentes oficiales, que se mantuvieron a la expectativa de la primera fumata de este cónclave; la extensa duración de esta primera jornada alimentó la esperanza de que el nuevo pontífice fuese electo en una sola votación, algo que jamás ha ocurrido en la historia de los cónclaves.
El cónclave continuará a las 9:00 horas (1:00 de la madrugada en México) del jueves, y verá dos jornadas de votación en la mañana y dos durante la tarde. Se prevén dos fumatas en el día, después de cada votación, a las 12:00 y 19:00 horas (4:00 y 11:00).
Se necesita una mayoría absoluta de dos tercios (89 votos en este caso) para que sea electo un nuevo papa; si al tercer día no hay una decisión aún, los cardenales, que permanecerán aislados del mundo bajo los frescos de Miguel Ángel, se irán a un día de pausa para la reflexión.
La periodista mexicana Valentina Alazraki señaló que, aunque la gente se desilusiona que todavía no hay papa, era algo predecible. El último cónclave en 2013, donde se eligió a Francisco, aguardó al segundo día, y el cónclave más largo de la historia duró tres años (1268-1271), afectado por diferencias políticas entre los cardenales de entonces.
La fumata es una forma simbólica y universal de anunciar al mundo los resultados de este protocolo solemne de la Iglesia Católica, dado que está prohibido divulgar información interna en torno a la votación.