El tailandés Charn Janwatchakal ha dormido durante 21 años con el cadáver embalsamado de su esposa en su habitación en Bangkok, pero recientemente ha decidido incinerar el cuerpo.
Charn, de 72 años, contactó la semana pasada a la fundación Phet Kasem Bangkok para que le ayudaran a incinerar el cadáver, ya que se sentía mayor y temía que, en caso de fallecer, nadie pudiera encargarse del cuerpo, indicó la fundación en su página de Facebook.
Tras convertirse la historia en viral, un portavoz de Phet Kasem indicó este viernes a Efe que el anciano tenía el cadáver dentro de un féretro y que, al haber declarado el fallecimiento de la esposa, no había incumplido la ley.
Charn vivía felizmente con su esposa y dos hijos cuando esta falleció en 2001 por problemas de salud, tras lo que decidió conservar el cadáver en casa al no poder aceptar su muerte, según detalló a la fundación.
Sus dos hijos crecieron, formaron sus familias y se mudaron fuera de la vivienda, añadió Charn.
Voluntarios en la fundación organizaron el pasado sábado una ceremonia budista y la incineración del cuerpo en el templo Wat Sakorn Sun Prachasun, en el noreste de la capital, y el tailandés pudo llevarse a casa las cenizas.
“Todavía te hecho de menos cada minuto y mi amor por ti no ha cambiado”, indicó Charn mientras los voluntarios se llevaban el féretro, según el diario The Nation.
Según la prensa local, Charn se licenció en Farmacia antes de trabajar como sanitario en el Ejército y también tenía estudios de Derecho y su mujer era funcionaria en el Ministerio de Salud Pública.
Sin embargo, la fundación descubrió que el hombre vivía en condiciones precarias, sin electricidad ni agua corriente en su vivienda, por lo que le están ayudando a arreglar el lugar y lo visitan a diario.
En respuesta, él se ha comprometido a ayudar como voluntario en la fundación.
Miles de internautas han reaccionado a esta historia en la página de Facebook de la fundación, dando a Charn el pésame y elogiando su fidelidad, entre otros mensajes de apoyo.