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El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió con un nuevo anuncio que impactará de lleno a la industria del entretenimiento global: aplicará un arancel del 100% a todas las películas extranjeras que ingresen al mercado estadounidense.
La medida, según explicó, busca frenar la salida de cineastas locales hacia producciones internacionales, fenómeno que —afirma— está dejando en ruinas a Hollywood.
Hollywood y muchas otras zonas de Estados Unidos están siendo devastadas, expresó Trump al justificar su decisión.
El exmandatario sostiene que distintos gobiernos en el extranjero están ofreciendo condiciones ventajosas que resultan atractivas para los productores y cineastas estadounidenses. Esto, según su versión, representa una amenaza directa tanto para la economía cultural del país como para su seguridad nacional.
En este sentido, ordenó al Departamento de Comercio, bajo la dirección de Howard Lutnick, y al representante comercial de EE.UU., comenzar de inmediato con la implementación de este nuevo gravamen. Todas las películas producidas fuera del territorio estadounidense estarán sujetas al impuesto, sin excepción.
Paradójicamente, aunque la intención de la medida es proteger a la industria nacional, expertos señalan que podría tener un efecto inverso. La industria cinematográfica estadounidense depende también del mercado internacional, y medidas como esta podrían generar represalias comerciales.
Esta reducción podría mermar los ingresos de grandes estudios de Hollywood, en especial si otros países siguen el ejemplo chino.
Durante una entrevista con NBC, Trump afirmó que no está considerando buscar un tercer mandato presidencial, algo prohibido constitucionalmente en EE.UU. Aseguró que su meta es cumplir dos mandatos de cuatro años y luego dejar el poder en manos de un nuevo líder republicano. Mencionó como posibles sucesores a JD Vance y Marco Rubio.