El titular de la Unidad de Política de Ingresos Tributarios de la Secretaría de Hacienda, Francisco Arias Vázquez, explicó que, desde su entrada en 2014, el impuesto al refresco redujo significativamente el consumo de esas bebidas, hasta en un 6%.
La reducción en su consumo impactó positivamente en un tema de salud pública, y además, aumentó el consumo de agua natural.
“No sólo se redujo el consumo de refrescos, sino que también los consumidores lo sustituyeron por algo que es claramente no nocivo, que es el consumo de agua purificada”. dijo durante la Cátedra SHCP 2023 organizada por la UNAM.
También afirmó que eso es un resultado interesante y positivo, el cómo una política pública tiene un impacto en los patrones de consumo y en la economía, por lo que se redujo el consumo calórico entre aquellos que padecen sobrepeso en un 7.1%.
Arias aclaró que el impuesto a los refrescos no eliminó su consumo, sino que los redujo.
Al cierre el año pasado se recaudaron, de acuerdo con los datos de Hacienda, 150 mil millones de pesos por estos impuestos a los refrescos, lo que significa cuatro veces el presupuesto de la UNAM.