En una sesión nocturna que comenzó a las 21:50 horas del martes y se extendió hasta y se extendió hasta las 06:15 de este miércoles, el Senado aprobó la transferencia del mando de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La discusión, que se llevó a cabo en un proceso de Fast track, duró casi siete horas y culminó con 86 votos a favor y 42 en contra, logrando así la mayoría calificada necesaria para modificar la Constitución.
Una vez más, el voto del senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez fue decisivo para que Morena y sus aliados pudieran alcanzar la mayoría calificada de 86 votos.
La reforma, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, modifica varios artículos de la Constitución y otorga a la Guardia Nacional la facultad de investigar delitos. El decreto fue enviado de inmediato a los congresos estatales para su ratificación.
“La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público, a las policías y a la Guardia Nacional, en el ámbito de su competencia, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquél en el ejercicio de esta función”.
Se establece en el dictamen.
Por su parte, la oposición ha calificado esta medida como 'un paso hacia la militarización del país', mientras que los defensores argumentan que fortalecerá la seguridad pública. Mientras tanto, la Guardia Nacional, ahora bajo el mando de la Sedena, tendrá la responsabilidad de ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública y enfrentar a grupos criminales.
El Senado también ratificará los nombramientos del titular de la Comandancia de la Guardia Nacional, designado por el Presidente a propuesta de la Sedena. Además, el personal de la extinta Policía Federal que actualmente pertenece a la Guardia Nacional pasará a formar parte de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
El Congreso de la Unión tiene un plazo de 180 días para armonizar el marco jurídico con el contenido de la reforma.