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La paz de la localidad de La Reforma en Misantla, Veracruz, se rompió tras el asesinato a sangre fría de un menor de apenas 16 años; el joven, identificado como David N, fue abatido de un disparo en la cabeza en lo que las autoridades investigan rencillas personales.
El crimen, que ha estremecido a la comunidad misanteca, ocurrió en plena vía pública y a la vista de algunos testigos que, con impotencia, confirmaron que el joven ya había protagonizado enfrentamientos recientes con su presunto agresor en las inmediaciones del río, la tensión escaló a niveles fatales cuando, horas antes del ataque, su madre habría recibido una llamada con amenazas.
El cadáver fue trasladado al Servicio Médico Forense (SEMEFO) de la región para los trámites legales correspondientes, este hecho no solo marca otro capítulo doloroso en la historia de violencia que, de manera intermitente, golpea a Misantla, Veracruz; también deja en el aire un grito desesperado por justicia, por prevención y por una cultura de paz que permita a los jóvenes crecer sin miedo.
La sociedad exige respuestas, pero sobre todo acciones firmes que frenen la violencia juvenil y fortalezcan el tejido comunitario.