![]() |
Esta mañana, la imagen de un hombre tirado sobre el pavimento de la avenida Encanto comenzó a circular con fuerza en redes sociales, desatando una ola de rumores y conjeturas que rápidamente tomaron vuelo: ¿había sido víctima de un atropellamiento? ¿Un conductor se dio a la fuga?
Las versiones en línea no tardaron en señalar a un supuesto vehículo rojo como el causante del accidente, alimentando la indignación ciudadana y provocando una rápida movilización de los cuerpos de emergencia.
Comentarios en redes aseguraban que el conductor había escapado tras arrollar al hombre, generando especulación y alarma.
Sin embargo, al llegar al sitio, paramédicos y personal de auxilio encontraron una realidad muy distinta a la que se había pintado en el espacio digital.
El hombre, tirado boca arriba sobre el asfalto, no presentaba señales de haber sido impactado por algún vehículo. De hecho, tras ser revisado, confirmó que no fue atropellado: simplemente se encontraba en estado de ebriedad.
A pesar de que se quejaba de dolor en el abdomen, no se hallaron lesiones graves ni huellas de un posible golpe por auto. La atención médica fue brindada en el sitio y no requirió traslado a un hospital.
Este incidente vuelve a poner en la mira cómo la desinformación y los juicios apresurados en redes sociales pueden escalar una situación que, aunque alarmante en apariencia, carecía de elementos delictivos.