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La escena era digna de una película de suspenso, pero ocurrió en plena realidad veracruzana. A escasos metros de la zona militar de El Lencero, entre maleza y caminos de tierra, fueron hallados dos ataúdes abandonados.
Lo insólito no solo fue su presencia en un paraje solitario, sino que llevaban ahí casi tres semanas... y nadie se atrevía a decir nada.
Este lunes al mediodía, elementos de la policía municipal acudieron al sitio tras una llamada anónima. El reporte hablaba de "objetos extraños" en una zona utilizada por campesinos, en la parte trasera de la instalación militar. Al llegar, se encontraron con dos féretros usados: uno de ellos, del tipo conocido como "tambora", diseñado para personas con sobrepeso.
Ambos ataúdes estaban vacíos, pero con claros signos de haber sido utilizados. No había restos humanos, ni ropa, ni documentos. Solo los féretros deteriorados, expuestos al sol y la humedad del terreno, como si alguien los hubiera desechado sin más, como basura.
Trabajadores del campo en la zona confesaron que los ataúdes habían sido dejados ahí hace al menos 20 días. Sin embargo, optaron por el silencio. "Vimos cuando aparecieron, pero mejor no dijimos nada... uno nunca sabe quién los dejó y por qué", comentó uno de los jornaleros, que pidió mantener el anonimato.
Al lugar arribaron elementos de la Fiscalía General del Estado y peritos criminalistas. Se inició una carpeta de investigación para esclarecer el origen y propósito de estos ataúdes abandonados. Por ahora, no se ha vinculado el hallazgo con ningún caso reciente de desaparición o inhumación clandestina.
Los féretros fueron retirados por una unidad de Servicios Periciales, mientras el misterio se suma a la larga lista de hechos extraños en la región.