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En madrugada de este martes en la avenida Lázaro Cárdenas, un Volkswagen Golf rojo voló por los aires antes de volcar aparatosamente frente al hotel City Express, en Xalapa. En su interior, una familia de cuatro —dos adultos y dos menores— vivió segundos de terror. Contra todo pronóstico, salieron ilesos.
El automóvil circulaba con dirección de Las Trancas hacia Banderilla cuando, al llegar a la altura del hotel, el conductor perdió el control. El coche se desvió hacia la derecha, salió de la cinta asfáltica y cayó por una pendiente.
Rodó al menos una vez antes de impactar con un grupo de arbustos y detenerse violentamente contra el muro del estacionamiento.
No hubo fuego. No hubo explosión. Pero el escenario era de caos: cristales rotos, carrocería destrozada y el silencio posterior al impacto. El coche quedó recostado sobre su costado, atrapando a la familia en su interior.
La rápida respuesta de los paramédicos del agrupamiento Panteras de la SSP y del grupo Aries fue clave: rompieron puertas, evaluaron signos vitales y extrajeron a los cuatro ocupantes, uno a uno.
Milagro o casualidad. Es lo que muchos se preguntan tras ver las imágenes del vehículo destrozado. Aunque oficialmente no se ha confirmado si hubo exceso de velocidad o alguna falla mecánica, el hecho de que nadie haya resultado lesionado parece desafiar la lógica.
Los paramédicos valoraron a los niños y a los adultos en el sitio. Todos presentaban signos vitales estables, sin heridas visibles. Posteriormente fueron entregados a sus familiares, quienes llegaron al lugar visiblemente conmocionados.
Peritos de Tránsito del Estado acudieron a realizar el peritaje correspondiente.