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La noche del miércoles volvió a teñirse de sangre en este municipio, luego de que se registrara un ataque armado en la colonia San Lorenzo, dejando como saldo una joven sin vida y un hombre desaparecido, presuntamente privado de su libertad por los agresores.
Los hechos ocurrieron en la intersección de las calles Orquídeas e Higueras, justo frente a la capilla de la colonia, cuando una pareja fue sorprendida por sujetos armados que, sin mediar palabra, abrieron fuego contra ellos, la mujer cayó al suelo gravemente herida, mientras que el hombre que la acompañaba fue presuntamente sustraído a la fuerza por los atacantes.
Minutos después del ataque, vecinos alertaron a las autoridades mediante llamadas de emergencia, lo que generó una rápida movilización de elementos de la Policía Municipal, Secretaría de Seguridad Pública (SSP), y personal del 87 Batallón de Infantería, quienes acordonaron la zona y resguardaron el perímetro para preservar la escena del crimen.
Paramédicos arribaron al sitio e intentaron brindarle auxilio a la joven, pero lamentablemente ya no presentaba signos vitales, de acuerdo con el reporte preliminar, la víctima presentaba al menos cuatro impactos de bala en diferentes partes del cuerpo, lo que le provocó una muerte casi instantánea.
Más tarde, la joven fue formalmente identificada como Nikol Miranda, de 22 años de edad, con domicilio en la colonia Ejidal de esta ciudad, hasta el momento, no se ha emitido información oficial sobre el paradero del varón que la acompañaba, lo que mantiene en alerta a las autoridades ante un posible caso de secuestro.
Elementos de la Policía Ministerial, Servicios Periciales y la Fiscalía General del Estado se hicieron presentes para realizar el levantamiento del cadáver, recabar evidencias balísticas y dar inicio a las investigaciones correspondientes, el cadáver fue trasladado al SEMEFO para la necropsia de ley.
Este violento episodio reaviva la preocupación ciudadana por el creciente clima de inseguridad en Martínez de la Torre, donde los ataques armados y las desapariciones forzadas comienzan a dejar una estela de impunidad y dolor entre las familias de la región.