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Ana Karen "N", madre de dos menores, denunció un posible caso de violencia vicaria luego de que el padre de su hija recién nacida la sustrajera de su domicilio el pasado 15 de marzo sin consentimiento.
Afirmó que hasta hoy no ha encontrado apoyo de las autoridades para investigar a fondo este acto que, asegura, fue planeado meticulosamente.
De acuerdo con el testimonio de Ana Karen, la menor de apenas 17 días de nacida fue llevada por su padre mientras ella se encontraba en el baño.
El hombre aprovechó que el hijo mayor de la mujer, de una relación anterior, se encontraba fuera de casa realizando un mandado al que él mismo lo envió.
Lo más preocupante del caso, explica la madre, es que hasta unos días antes del suceso ambos convivían bajo el mismo techo y mantenían una relación aparentemente normal.
El 12 de marzo, apenas tres días antes del incidente, él le escribía con normalidad por WhatsApp sin mostrar señales de conflicto, de lo cual cuenta con pruebas en su celular.
No obstante, al acudir a la Fiscalía tras la sustracción, Ana Karen fue informada que existía una denuncia en su contra, presuntamente interpuesta por el padre de la bebé el mismo día de los hechos.
En la denuncia, el hombre declaró que no vivían juntos desde el mes de enero, afirmando que el día 4 de marzo había presenciado una supuesta agresión por parte de la madre hacia la bebé.
También afirmó que el 7 de marzo la visitó nuevamente y que, posteriormente, ella le entregó voluntariamente a la niña, lo que la agraviada rechaza.
A esto, agrega que su expareja manipuló emocionalmente a su hijo mayor, ganándose su confianza para después inculcarle ideas falsas, tales como que no lo quería o que tenía problemas psicológicos.
Actualmente, Ana Karen busca apoyo institucional y legal para recuperar a su hija y proteger a ambos menores, por lo que solicitó que las autoridades investiguen con perspectiva de género y actúen conforme al interés superior de la infancia para garantizar la seguridad se sus hijos.
La violencia vicaria es un tipo de violencia de género en la que los hijos e hijas son utilizados como medio para causar daño emocional ya sea a la madre o al padre, dependiendo el caso.