La madrugada del primer día del año quedó marcada por el caos en la colonia José Vasconcelos, donde un incendio arrasó con un centro de acopio de material reciclable.
El siniestro, que comenzó alrededor de las 5:30 de la mañana, movilizó a cuerpos de emergencia en una carrera contra el tiempo para controlar las llamas y evitar una tragedia mayor.
Los primeros reportes provienen de vecinos alarmados de las calles Ramón López Velarde y San Isidro Lomas Verdes, quienes alertaron a las autoridades sobre el fuego que consumía el inmueble a una velocidad alarmante.
En minutos, el humo denso y el brillo anaranjado del fuego eran visibles desde distintos puntos de la zona.
Bomberos de la estación Norte y personal de Protección Civil acudieron al llamado, respaldados por paramédicos de la Comisión Nacional de Emergencia.
Sin embargo, el incendio presentó un desafío mayor: el agua comenzó a escasear a mitad del combate.
Fue entonces que pipas de una empresa privada, "Ceballos", se unieron a la emergencia, permitiendo que los bomberos continuaran con la ardua tarea.
Tras más de dos horas de intensos esfuerzos, el fuego finalmente fue controlado. Aunque no se reportaron heridos, la magnitud del incendio dejó daños materiales significativos y evidenció una vez más los riesgos de combinar negligencia y festividades.
Las autoridades sospechan que la causa pudo ser un cohete encendido como parte de las celebraciones de Año Nuevo.
Esta hipótesis cobra fuerza considerando la cercanía del evento con el inicio de los festejos.
Este incidente vuelve a poner en la mira los peligros de la pirotecnia y la necesidad de regular actividades que puedan poner en riesgo la seguridad de los habitantes.