Las panaderías de la zona conurbada Veracruz – Boca del Río desde el día 30 hasta la fecha reportan ventas que van desde el 60 al 100%, por lo que esperan que la demanda se eleve hasta el 2 de noviembre.
Imagen del Golfo recorrió 6 panaderías del puerto jarocho y una de Boca del Río, sólo en una ubicada en una avenida muy transitada, aseguran que no ha levantado mucho la venta, pero en otras, en un día se les acabó el producto y constantemente están surtiendo.
Cuatro de las panaderías visitadas pertenecen a una cadena de panificadoras de mucho tiempo en el puerto, sólo una, la de la avenida Zaragoza fue la única que dijo tener ventas de entre 35 y 49%.
“Ha estado más o menos, no hay mucha venta” dijo la empleada de mostrador.
“Si ha estado jalando, se llevan de a 5 panes, pero sube más por la tarde” dice la empleada de la sucursal de la avenida Independencia quien calcula ventas del 80%.
De tocho morocho
Se venden panes pequeños, personales, medianos y grandes con precios que van desde los $18 pasando por $25, $45, $75 y $85, hasta los grandes que son de $99 y $110 pesos dependiendo el relleno, si es de queso es el más caro, luego está el relleno de nutella y el de cajeta, tanto en grandes como en chicos y medianos.
La mayoría de los diseños que se venden es el clásico pan de muerto azucarado, el cual es circular al estilo concha pero con azúcar espolvoreado y con “trenzas” sobre la superficie, de éstos hay variedades, sin azúcar, rellenos y sin relleno.
Pero mucho llegan buscando al muñeco de pan de muerto, que no es más que un pan en forma de muñeco con cabeza, cuerpo, brazos y piernas definidas en su silueta, sin embargo, pocas son las panificadoras que lo venden y exhiben, las pocas que lo hacen es sobre pedido y tiene costo de hasta $200.
Fin de semana bueno
En la mayoría de las panaderías recorridas, los días más altos en ventas fueron sábado y domingo pasados, “Si, sábado y domingo hubo mucha venta, ayer (domingo) se nos acabó todo” dice Laura empleada de una panadería con nombre de un insecto.
Y es que el adelanto de la quincena para muchos en fin de semana y las actividades de las festividades de día de muertos en el primer cuadro de la ciudad aportó mucho para que la gente fuera al centro y pasara a comprar sus panes.
En esa misma panadería, en la mañana del lunes, los dos niveles de charolas que exhibían el pan de muerto se mostraban 50% vacíos. Sólo fueron dos panaderías las que se encontraron con muy poca existencia de pan de muerto y era chico.