La noticia del crimen del diputado federal por el Verde Ecologista, Benito Aguas Atlahua cimbró antes de la media noche de este lunes a la entidad veracruzana. El legislador fue acribillado en su localidad natal, Tepenacaxtla, del municipio de Zongolica.
Mientras tanto la gobernadora, Rocío Nahle, justamente atendía al llamado de la Presidenta Claudia Sheinbaum para acudir a la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública en Acapulco y donde se revisaron las acciones y estrategias, además de la coordinación entre gobernadores y la Federación.
En Veracruz, el secretario de Gobierno, Ricardo Ahued intentó atajar el tema del asesinato del legislador señalando que no podía etiquetarlo como un asunto político.
Si bien es cierto, que es demasiado pronto para hacerlo, también sería irresponsable descartarlo, y por ello ni una ni otra cosa, y siendo un diputado, emanado de la voluntad del pueblo, y quien ostentaba un cargo de elección popular, la política está de por medio, dígase lo que se diga. El móvil pues no se puede rechazar de facto.
Las versiones indican que quienes deben aportar al menos información que pueda ser útil o conocer las situaciones de uno de los diputados que salieron de sus filas, son los que controlaron y dominaron el partido Verde Ecologista, PVEM, durante las pasadas elecciones y lo hacen desde hace varios años en Veracruz.
Y precisamente la FGR que ha atraído el caso, la FGE, además de las corporaciones que coadyuvarán, y por el interés presidencial que se demostró por parte de la mandataria de México, deberá agotar las líneas de investigación incluido un móvil político de entrada.
Si bien en las esferas de la capital del estado, y en los pasillos del Congreso Local, en donde hoy despacha el que fuera dirigente, Carlos Marcelo Ruiz Sánchez, quien ahora funge como diputado local en la LXVII Legislatura del Estado, podría no repicar la información de cómo se construyó la fórmula que encabezaba Benito Aguas, lo cierto es que en su lugar natal y toda la región, y luego de lo dicho por su madre durante el sepelio y homenaje póstumo, hay mucho que escudriñar.
Pudieron haberse cometido errores desde la dirigencia del Verde Ecologista con la nominación de candidatos y la forma de llevar el proceso por las que hoy se está pagando caro, con violencia, y un hogar en luto de un político que era bien visto, querido y reconocido en el municipio de Zongolica, de donde fue alcalde y pidió licenciada para ir a ganar la diputación federal.
Desde la candidatura de éste como propietario, a la designación de la suplencia del mismo que recayó en Jonathan Puertos Chimalhua, quien este martes pidió a las fiscalías que se realice una investigación a fondo sobre el asesinato de Benito.
"Hubo una situación por ahí con otro compañero que estaba contendiendo, y eso motivó a que por motivos de seguridad, la mayoría de los candidatos pudieron solicitar el acompañamiento, pero hasta ahí", dijo el diputado federal suplente, y quien ahora le correspondería asumir el cargo del hoy fallecido.
Quizá por ello también la madre del legislador, la señora Inés Atlahua Amayo, lanzó el reclamo de "Quiero justicia, que haya justicia". Y al término del homenaje que se rindió al legislador en el parque central de Zongolica, expresaría que: "hay gente mala que le tenía envidia".
"Los malos allá andan cerca", se refirió seguramente a que la comunidad de Tepenacaxtla, es un lugar que colinda con el municipio de Tezonapa en los límites con Oaxaca. Esta congregación se ubica apenas a 32 kilómetros de Tezonapa, pero más de dos horas de la cabecera municipal de Zongolica a donde pertenece.
Durante la pasada campaña fue vox pópuli para militantes del Verde, algunos incluso funcionarios municipales y de algunas dependencias estatales que prácticamente huyeron de ese municipio por amenazas.
Y de esto, seguro que la dirigencia en turno del Verde estaba enterada. El diputado Marcelo tiene dos millones de razones para conocer y exponer lo que estaba pasando en esa zona y por supuesto, el trasfondo que esto traía consigo.
Los errores y la ambición de llevar equivocadamente las riendas de un partido pueden desembocar en finales violentos, sin duda.
Hoy como líderes del Verde en Veracruz debieran por lo menos ser más enérgicos en sus reclamos. Un comunicado conjunto escueto de Javier Herrera y Edgar Herrera Lendechy, el líder estatal, es toda su postura, y con lo que sienten que ya cumplieron.
El líder de la bancada en el Congreso, Marcelo Ruiz parece haber hecho mutis.
¿Por qué será?