En un entorno donde la credibilidad de las instituciones está constantemente en escrutinio, el DIF Coatzacoalcos, bajo la presidencia de Esther Mortera Zetina, ha demostrado cómo la integridad, la acción y el compromiso pueden marcar la diferencia.
Pese a sus problemas de salud, la presidenta del DIF sigue mostrando un liderazgo que debieran replicar otras oficinas municipales.
Con el tercer informe de resultados presentado, las más de 370 mil acciones realizadas durante su gestión son un testimonio tangible de que, cuando se trabaja con convicción, los objetivos se cumplen.
El acto del informe fue sobrio, como ya es característico en la presidencia del DIF, pero cargado de significado.
En su discurso, Mortera Zetina no solo reconoció la labor de los trabajadores del DIF, quienes recibieron un merecido aplauso y reconocimiento, sino que también reafirmó su compromiso con los sectores más vulnerables de la sociedad: mujeres, niños y adultos mayores.
Este reconocimiento público a su equipo de trabajo es una muestra de liderazgo que entiende que los logros institucionales son el resultado de esfuerzos colectivos.
A tres años de iniciada su administración, el balance es alentador. Las cifras y los testimonios de quienes han recibido apoyo del DIF reflejan un modelo de gestión que prioriza la justicia social y el acceso equitativo a los servicios básicos.
Los programas dirigidos a la integración de familias, los esfuerzos por atender a comunidades olvidadas en ejidos y congregaciones, y las intervenciones durante contingencias han tenido un impacto profundo en la vida de miles de personas.
Un aspecto destacado en el informe fue la colaboración con el DIF estatal y la Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública, una alianza que ha fortalecido la capacidad operativa del DIF Coatzacoalcos.
Este modelo de cooperación interinstitucional es un ejemplo de cómo, al sumar esfuerzos, se pueden alcanzar metas significativas.
Es importante subrayar que el éxito del DIF Coatzacoalcos no ha sido solo una tarea institucional. La participación activa de la sociedad civil, empresas, cámaras y organizaciones ha sido crucial.
Este respaldo colectivo evidencia que la solución a los problemas sociales requiere de un esfuerzo conjunto entre gobierno y ciudadanos.
El mensaje final de Esther Mortera Zetina resonó con fuerza: "es tiempo de mujeres".
Esta declaración, más que un lema, es un llamado a la acción, una invitación a que las mujeres de Coatzacoalcos encuentren en el DIF un aliado dispuesto a luchar codo a codo por su bienestar y el de sus familias.
El DIF Coatzacoalcos se perfila como una institución que no solo entrega resultados, sino que también construye confianza.
En tiempos donde la sociedad demanda transparencia y eficiencia, este organismo se ha posicionado como un referente de cómo la administración pública puede responder con eficacia y humanidad a las necesidades de su comunidad.
En política, la forma de transmitir un mensaje puede ser tan importante como el contenido mismo. Sin embargo, parece que en el DIF estatal de Veracruz no recibieron esa nota. Ayer, en el informe del DIF de Coatzacoalcos, los presentes fueron testigos de un momento tan breve como incómodo.
Tras el discurso de Esther Mortera Zetina, que destacó por su claridad y compromiso, tocó el turno a Martha Elena López Hernández, subdirectora de Desarrollo Comunitario del DIF estatal.
Venía con la encomienda de hablar en nombre de Clara Mora, la directora general del DIF estatal, pero lo que ocurrió fue... inesperado.
"Reciban un saludo de la señora Clara Mora, felicito de antemano a la compañera Esther, muchas felicidades por este informe y muy feliz de estar aquí presente". Eso fue todo. Dieciocho segundos. ¿Un mensaje breve y conciso? Tal vez. ¿Impactante? Sin duda, pero no de la manera esperada.
El auditorio reaccionó con una mezcla de risas nerviosas y vergüenza ajena. Parecía una escena sacada de un sketch de comedia, pero no, era la realidad política del día. Y es que, cuando uno cree que la 4T ya no puede sorprendernos, siempre encuentra una manera de hacerlo.
Quizá alguien debería recordarles que las intervenciones públicas no son solo trámites burocráticos. Son oportunidades para fortalecer alianzas, transmitir visión y, por qué no, mostrar algo de humanidad.
Dieciocho segundos desperdiciados que bien pudieron haber servido para algo más que un saludo protocolario.
Más cuidado deberá tener Clara Mora, directora general del DIF estatal en Veracruz, en los representantes que envía a los informes del DIF en los ayuntamientos del estado.
Ayer tomaba protesta como nuevo dirigente del Comité Municipal del Partido Revolucionario Institucional, Juan Pablo Sosa González.
Quizás por su vinculación con el sector hospitalario es que el ex regidor fue elegido para cuidar la "terapia intensiva" que vive el tricolor en Coatzacoalcos.
Ya habrá tiempo de platicar con el buen Juan Pablo y esa capacidad que parece tener para meterse en problemas políticos.
Sin duda, hay que reconocer que es un soldado que no se quiebra.
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