La reciente modificación a la Ley del INFONAVIT, aprobada al vapor y de manera atropellada por la mayoría oficialista del Senado de la República, pone en enorme riesgo los recursos existentes en la subcuenta de vivienda que cada trabajador tiene ahí depositados.
Ese dinero ha sido aportado por los empresarios y al ser una prestación laboral establecida en la Ley, pasan automáticamente a formar parte del patrimonio de los trabajadores.
Utilizar esos recursos para que el gobierno construya directamente viviendas a través de una mega-constructora gubernamental que piensan constituir, nos llevará a sospechar que el verdadero interés de los políticos no es combatir la corrupción, sino ocultarla y disfrazarla, porque el cambiar la Ley lleva gato encerrado y si la Cámara de Diputados llegase a aprobar también las modificaciones a la Ley citada, no habrá vuelta atrás y el gobierno decidirá libre y unilateralmente, sin contrapeso alguno, el cómo manejará esos recursos que suman más de 2 billones de pesos, equivalentes nada menos que a cien mil millones de dólares. De ese tamaño es el enorme pastel que piensan manejar y usar discrecionalmente.
Dado que el gobierno es sumamente ineficiente para manejar empresas y a río revuelto ganancia de pescadores, a muchos políticos rateros se les presentará la oportunidad de meterle mano al cajón, lo que seguramente hará que los costos de la construcción de vivienda se disparen en perjuicio de los trabajadores, ya que habrá que cargarle al precio de las casas los sobrecostos provenientes de los moches, las ineficiencias, las comisiones, los costos inflados y tantas formas de corrupción habidas y por haber que manejan a la perfección quienes desde el poder pueden desviar el agua a su molino.
Además, una empresa constructora puede ganar si es bien administrada o puede perder hasta la camisa si la manejan personas inexpertas, incompetentes y con las uñas bastante largas. Las empresas que maneja el gobierno van muy mal. Entendámoslo por favor. No hay una que se salve.
Para quienes creen que el gobierno es buen administrador, les pido que por favor volteen a ver los costos altísimos de la refinería de Dos Bocas, del Tren Maya y del AIFA entre otros muchos casos. En algunos de esos elefantes blancos, lo gastado triplica lo presupuestado. De ese tamaño es la ineficiencia y el saqueo.
De Mexicana de Aviación, del Banco del Bienestar, de la farmaciototota que inventaron hace apenas unos meses; misma que surtía diariamente menos recetas que la farmacia de un pueblo, así como de las paraestatales PEMEX y CFE; mejor ya ni hablamos. Las cuantiosas pérdidas obtenidas por tales empresas, las han convertido en enormes pozos sin fondo que tienen que rellenarse con dinero público manteniendo al país sobre endeudado, porque pagamos los mexicanos casi un billón de pesos anuales solamente de intereses.
¡Cuidado con los recursos del INFONAVIT!. No vaya a resultar que al rato los trabajadores se queden chiflando en la loma y sin su dinero.
Lo más grave del asunto es que muchos organismos empresariales y sindicatos están calladitos por temor o complicidad, ante lo que podría ser un verdadero atraco en contra de los trabajadores mexicanos.
¿No les parece a Ustedes?
Antes de despedirme deseo a los amables lectores del periódico IMAGEN de Veracruz todo género de parabienes con motivo de la NAVIDAD.
Que el CREADOR permita que reine en sus hogares la alegría y la paz al conmemorarse un aniversario más del Natalicio del Redentor del Mundo.
Saludos y muchas gracias.